El concejal de Sanidad del ayuntamiento de Murcia, Felipe Coello, ha asegurado en declaraciones a Onda Regional de Murcia que las autoridades sanitarias de la Región barajan la implantación de un toque de queda nocturno para evitar las fiestas y botellones que están en el origen del incremento de contagios que se ha detectado en las últimas semanas.
Coello, que participó en una reunión con responsables de la Consejería y del Servicio Murciano de Salud, está convencido de que las medidas restrictivas decididas para varios barrios y pedanías de la capital no serán las últimas ni las más severas. Explica que a las autoridades sanitarias les preocupa especialmente el aumento de positivos entre la población en edad universitaria, casos que relacionan con el ocio nocturno y que justificarían la aplicación de un toque de queda similar al que ya existe en varios países de nuestro entorno.
En cuanto a las restricciones que desde ahora estarán en vigor en los barrios murcianos de San Andrés, Vistabella e Infante, y en las pedanías de Puente Tocinos, La Ñora y Nonduermas, Coello explica que corresponderá a la policía municipal vigilar el cumplimiento de los nuevos límites impuestos en bares, restaurantes y comercios. Pero el concejal de Sanidad se lamenta de que las sanciones por incumplir esas órdenes puedan quedar en nada: según cuenta, ni uno sólo de los 13-mil individuos o locales denunciados desde que empezó la pandemia ha recurrido la sanción, lo que le lleva a pensar que la Comunidad Autónoma no está tramitando las multas.