viernes. 29.03.2024

Los españoles cada vez comparten más momentos con sus compañeros de trabajo después de terminar su jornada laboral. Ir a tomar algo cada viernes es la norma, pero ahora muchos se animan a hacerlo durante cualquier día de la semana, ya no son solo los viernes ni las cervezas organizadas por la empresa como evento, sino que ahora estas reuniones se dan de forma esporádica y sin que la empresa las organice. Además de ir a tomar algo, jugar con los colegas está ganando popularidad, sobre todo, echar una partida a las cartas o practicar algún deporte.

 

Los juegos con mayor acogida entre los trabajadores españoles que echan una partida después del trabajo son también los más populares para jugar con amigos o con la familia en casa o en cualquier lugar: los de cartas. Y es que los juegos de cartas triunfan en cada rincón de España. ¿El motivo? Lo fácil que son de aprender o lo integradas que están sus normas en la cultura española. Un buen ejemplo es el juego del siete y medio, tan sencillo en la práctica que el trabajador que no lo conozca necesitará solo unos segundos para aprender sus reglas y empezar a jugar. Lo mismo ocurre con el poker Texas Holdem, la mayoría conoce sus reglas debido a su fama pero para los trabajadores que no lo conozcan, el poker texas holdem no es difícil, lo que lo convierte en una buena opción para aprender sus normas y echar una partida después del trabajo. Ya sea a uno de estos o a cualquier otro juego de cartas, la baraja es una opción de ocio perfecta para desconectar al salir de la oficina.

 

Los deportes tampoco faltan después de trabajar, pero no todos lo hacen por igual. El fútbol es el deporte estrella a nivel nacional, no solo para seguir como aficionado, practicar a edad temprana o como iniciativa solidaria, sino también para jugar con los compañeros de la oficina. De hecho, cada vez son más las ligas que se organizan entre varias empresas, con equipos formados por los empleados de cada una de ellas. Por lo general, son compañías que comparten un mismo edificio, bloque o áreas de trabajo. Los meses de verano y primavera, a excepción del mes de agosto en el que gran parte de los españoles disfruta de sus vacaciones, son los favoritos para disputar estas liguillas. A menudo, cada trabajador aporta una cantidad de dinero en concepto de inscripción y con el dinero recaudado se compran trofeos o premios para los jugadores del equipo ganador de la competición futbolística.

 

 

Sin duda, el fútbol es el deporte más practicado con los compañeros de trabajo, pero otros deportes van haciéndose un hueco cada vez más grande en este terreno, como por ejemplo el baloncesto o los deportes de raqueta. En estos últimos, se organizan torneos con tantas partidas como número de jugadores haya, siendo las partidas eliminatorias hasta que quedan solo dos jugadores para competir en una partida final. En estos torneos de raqueta participan hombres y mujeres por igual, mientras que en los torneos de fútbol con los compañeros de trabajo predominan los hombres.

 

Este cambio de paradigma por el que es más normal que nunca relacionarse con los colegas fuera del entorno laboral tiene varios motivos detrás. En primer lugar, cada vez son más las personas que abandonan su residencia habitual en aras de encontrar un mejor trabajo o una remuneración más alta, por lo general, hacia las ciudades más grandes del país, como Barcelona o Madrid, que es donde están ubicadas la mayoría de grandes empresas o multinacionales. Esto hace que muchos empleados no tengan a su familia o amigos cerca y,  por tanto, estén más abiertos a establecer amistad con sus compañeros, socializando con ellos después de la jornada laboral. Así, aquellos que se han mudado y han cambiado su lugar de residencia ven en estas actividades una forma de adaptarse con más facilidad no solo a su nuevo entorno laboral, sino también a su nuevo entorno personal y social.

 

Del mismo modo, la tasa de natalidad cada vez es más baja en España y los españoles que sí apuestan por tener descendencia lo hacen más tarde que nunca, pasados los 30 y, en muchas casos, los 35. Esto hace que una parte alta de los empleados de las empresas tengan más tiempo libre al no tener obligaciones familiares, y que muchos de ellos decidan pasar ese tiempo libre con sus compañeros de trabajo.

 

Por último, las empresas también fomentan más que antes la socialización en el contexto laboral, principalmente a través de actividades y eventos en grupo que organizan los responsables de los departamentos de recursos humanos. En estas reuniones lúdicas, los integrantes de la empresa se conocen más, y este primer contacto más cercano abre paso a actividades más esporádicas, ya sean juegos o deportes, al salir del despacho. El motivo por el que las empresas promueven la familiaridad en el trabajo está claro. Y es que, según los expertos, las relaciones laborales cercanas sirven no solo para reducir el estrés, sino también para aumentar la creatividad, la productividad y el sentimiento de pertenencia a un equipo, y para mejorar la satisfacción laboral y las habilidades de comunicación. Eso sí, los expertos advierten que, aunque se cree cercanía, no se dejan de compartir espacio y obligaciones, por lo que hay que evitar llegar al conflicto de intereses.

Echar una partida, el plan afterwork que triunfa entre los trabajadores españoles