viernes. 29.03.2024

 

Siempre se ha pensado que el hecho de organizar un evento como el Mundial de Futbol és un premio para la economía de un país, casi como si hubiera tocado la loteria a un particular.

 

Hoy día existen muchas voces críticas que cuestionan esto. La más que conocida agencia Mood'ys fue una de las que ha indicado que el balance económico positivo para Rusia en este caso será muy inferior al pregonado. De hecho, solo de entrada, las inversiones relacionadas con el mundial supusieron solo un 1% del total de la economía rusa entre 2013 y 2017, una cifra mísera.

 

“No esperamos que la Copa del Mundo realice una contribución significativa al crecimiento económico”, resumía Kristin Lindow, vicepresidenta de Moody’s.

 

Otras informaciones apuntan también a un “efecto rebote” sobre la economía del país anfitrión del mundial. Según publica la revista GQ, Goldman Sachs asegura que los mercados suben en torno a un 2,7% el mes después de finalizar el mundial y caen 1,4% los tres meses siguientes.

 

Más allá de la inyección de dinero público en obras e infraestructura, el mundial no parece ser más que una fiebre de verano en la economía local.

 

Lo curioso es que, y aunque parezca raro, el campeonato de futbol tiene un efecto nada desdeñable en los mercados.

 

Antes de Brasil 2014, Goldman Sachs recopiló datos basados en el comportamiento del mundial de 2010, y la relación era obvia: las transacciones caían aproximadamente un 45% en los países participantes mientras sus selecciones jugaban un partido, mientras que los precios se desviaban de la tendencia global de una manera atípica.

 

Para el país ganador, que en este caso ya no será España hay buenas noticias,. Desde 1974, cada nación que ha conseguido el campeonato ha visto cómo su mercado subía una media de un 3,5%, excepto Brasil en 2002. Sin embargo, la tendencia nos dice que doce semanas después de la final, el mercado cae de nuevo.

¿Cómo afecta el Mundial a las Bolsas de los países participantes?