viernes. 19.04.2024

La mochila austriaca consiste en una aportación que realizaría la empresa cada mes de un 1,53% del salario bruto de cada trabajador a una especie de cuenta de ahorro personal, llamada fondo de capitalización. Estaría a nombre del empleado, que siempre puede conocer el montante, y gestionado por fondos privados, de tal manera que el dinero genere una rentabilidad.

 

Si el titular cambia de empresa, ese fondo de capitalización iría con él. La nueva compañía debería seguir aportando al fondo, hasta que llegue la edad de jubilación. Desaparece la indemnización por despido (que no el subsidio por desempleo), y ese dinero puede utilizarse mientras esté sin trabajo o conservarlo y utilizarlo como un complemento en su jubilación.

 

Los que defienden la mochila austriaca van más allá, y explican los beneficios que tiene:

  • Mejoraría la movilidad laboral en las empresas.
  • Los trabajadores podrían dejar de trabajar para poder dedicarse a su vida personal durante un periodo de tiempo contando con unos ahorros. Por ejemplo, tomarse unos meses tras la finalización de la baja por maternidad o paternidad.
  • Cada empleado podría decidir su edad de jubilación.
  • Desparecería un gran número contratos que ahora mismo se consideran abusivos para el trabajador. Al no existir la indemnización por despido a las empresas les daría igual cómo contratar.

 

Estos son solo algunos beneficios que se apuntan desde los países en los que ya está implantado. En esas zonas, además, la edad de jubilación ha descendido a pesar de la crisis, por lo que sus mayores gozan de mejor calidad de vida.

 

Para sindicatos y otros agentes sociales, la implantación de la mochila austríaca estaría camuflando los planes de pensiones frente a la prestación actual. Es un tema que seguro que volverá a ponerse sobre la mesa en próximas legislaturas.

¿Qué es la mochila austiaca y cómo funciona?