viernes. 19.04.2024

Un fondo de inversión es una Institución de Inversión Colectiva (IIC), es decir, es un instrumento de ahorro que aglutina las aportaciones hechas por un número de personas (los partícipes) que quieren invertir sus ahorros. Por tanto, un fondo de inversión está formado por un patrimonio, que no tiene personalidad jurídica, y que está dividido en participaciones.

 

El conjunto de todas las aportaciones individuales se invierte en instrumentos financieros como acciones, valores de renta fija, derivados o una combinación de estos.

 

El partícipe del fondo tiene acceso a mercados que en muchos casos no estarían a su alcance si invirtiese de forma individual. Esto le ayuda a diversificar sus inversiones de una manera más fácil y eficiente. De esta manera, el partícipe está confiando sus ahorros a un profesional (gestora del fondo) que se dedica a analizar el mercado de cara a buscar oportunidades de generar rentabilidad a las aportaciones de los partícipes.

 

El partícipe, a cambio de contar con una gestión profesional de sus inversiones, debe pagar unas comisiones que vendrán recogidas en el folleto informativo del fondo y siempre dentro de los límites máximos que fija la ley. Por un lado, la comisión de gestión y depositaria se cargan directamente al fondo, por lo que restan valor al patrimonio del fondo, reduciendo la rentabilidad para el inversor. En algunos fondos, la gestora puede cobrar directamente al partícipe comisiones por la suscripción y/o el reembolso de las participaciones.

 

¿Qué es un fondo de inversión?