jueves. 25.04.2024

Las SICAV o Sociedades de Inversión de Capital Variable se definen como un instrumento de inversión en el que tienen que participar múltiples inversores. Por tanto, se trata de instituciones de sociedad colectiva con forma jurídica de sociedad anónima cuyo fin principal es la captación de fondos, bienes o derechos del público para poder administrarlos, gestionarlos e invertirlos. Cuentan con la ventaja de que tributan solo un 1% en el Impuesto de Sociedades, además de estar exentas de otra serie de gravámenes. Estas sociedades tienen que tener un mínimo de 100 participantes, y como capital de constitución el mínimo es de 2,4 millones de euros.


Los ahorradores que invierten en la SICAV se convierten en sus accionistas, al contrario de lo que sucede en los fondos corrientes. Las SICAV se dedican a invertir en todo tipo de activos e instrumentos financieros (acciones, bonos, obligaciones, etc.) y están controladas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 


Una de sus características es que cualquiera puede formar parte de una SICAV ya que como particular se pueden adquirir acciones. Aunque es cierto que en algunas de las sociedades de este tipo más importantes en España puede haber un accionista mayoritario que puede superar el 80% del capital.

 

¿Qué es una SICAV?