La Comisión Europea revisó este lunes tres décimas al alza su previsión de crecimiento del PIB español en 2023, hasta el 2,2%, pero la rebajó en una décima para 2024, hasta el 1,9%, por la moderación de la actividad económica en el segundo semestre de este año y el primero del próximo.
Las previsiones macroeconómicas de verano publicadas por el Ejecutivo comunitario proyectan además que la inflación baje hasta el 3,6% en 2023, cuatro décimas menos de lo estimado en sus previsiones del pasado mayo, y que en 2024 se sitúe en el 2,9%, dos décimas por encima del cálculo anterior.
España registraría así la mayor tasa de crecimiento entre las grandes economías de la eurozona tanto este año como el próximo, según el informe de Bruselas, que ha revisado tres décimas a la baja sus previsiones para el área de la moneda única en ambos ejercicios, hasta el 0,8% y 1,3%, respectivamente.
"En España la economía tuvo un muy buen desempeño en la primera mitad de año, superando nuestras expectativas de primavera", dijo el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, quien destacó que en 2023 el crecimiento será mayor de lo previsto pese a que esperan una segunda mitad de año más débil.
En su informe, el Ejecutivo comunitario explica que este "robusto" primer semestre y el efecto arrastre mayor del esperado de 2022, cuando el PIB se expandió un 5,5%, motivan la revisión al alza este año, pero advierte de que la actividad económica se moderó a partir de julio y continuará haciéndolo "al menos durante la primera mitad de 2024", por lo que el crecimiento se ralentizará hasta el 1,9% en el próximo ejercicio.
Bruselas atribuye esta expansión más débil al menor ímpetu del turismo, la actividad económica más débil de los principales socios comerciales, el impacto de las condiciones financieras más duras sobre la demanda agregada y un mercado laboral menos dinámico.
Prevé, no obstante, que el impacto sobre el consumo privado se verá parcialmente mitigado por el poder de compra de los hogares, que se beneficiarán de la bajada sostenida de la inflación y el aumento de los salarios nominales, mientras que el menor apalancamiento del sector privado y la "resiliencia" de la banca contribuirán a amortiguar los riesgos financieros.
"Se espera que la implementación del plan de recuperación y resiliencia siga apoyando el crecimiento de la inversión en el horizonte de las previsiones", añade la Comisión en su informe.
En cuanto a la inflación, Bruselas espera que este año baje hasta el 3,6% debido al "continuado" descenso de los precios de la energía y que siga moderándose en 2024, hasta el 2,9%, a pesar de la retirada de las medidas adoptadas por el Gobierno para amortiguar el impacto de los altos precios energéticos.
La inflación subyacente -que excluye el efecto de los precios de energía y alimentos frescos por ser los más volátiles- caerá de forma más gradual debido a que el impacto de los altos precios energéticos se ha trasladado a otros componentes, en particular servicios y alimentos procesados.
El Ejecutivo comunitario destaca asimismo que, a pesar del "moderado" crecimiento nominal y real de los salarios en la primera mitad de 2023, hasta ahora los efectos de segunda ronda - que pueden desencadenar una espiral alcista - han sido "limitados".
España registrará así la tasa de inflación más baja de entre las grandes economías de la eurozona este año, por debajo del 5,6% del conjunto.
En esta ocasión, el Ejecutivo comunitario solo ha actualizado sus proyecciones de PIB e inflación para el conjunto de la UE, la eurozona y sus seis grandes economías - Alemania, Francia, Italia, España, Países Bajos y Polonia - y el próximo otoño las pondrá al día para los 27 socios.