Las familias han retirado de los bancos 19.500 millones de euros en lo que va de año, lo que supone prácticamente una merma del 2% del conjunto de sus depósitos bancarios, que siguen sin estar remunerados de una manera generalizada, pese a la escalada en paralelo de los tipos de interés.
Así se desprende de los datos actualizados este martes por el Banco de España, que detallan que mientras que los depósitos de las familias cerraron 2022 en máximos que superaban el billón de euros, los datos de julio muestran un descenso hasta los 984.800 millones.
En el último año (de julio de 2022 a julio de 2023) la merma de esos depósitos ha sido de unos 12.600 millones, lo que supone un descenso del 1,3%.
La retirada de depósitos por parte de las empresas ha sido aún mayor, ya que en julio se habían reducido un 4,2% respecto a un año antes.
En general, desde que comenzara el año, las familias han ido retirando fondos paulatinamente de sus cuentas, salvo en los meses de abril y junio.
Esa retirada de fondos responde a la necesidad de hacer frente al incremento de gastos derivado de la elevada inflación (que hace que las familias tengan que gastar más en afrontar las compras) y también a su interés por encontrar productos que les ayuden a sacar algo de rentabilidad a sus ahorros.
Y es que, ante la negativa hasta el momento de la gran banca a remunerar los depósitos, las familias están tendiendo a traspasar sus dinero a fondos u otros productos que ofrezcan algo de rentabilidad, como las letras del Tesoro.
Se trata de un cambio de rumbo respecto a la tendencia relativamente reciente de los hogares de aumentar de forma sostenida los depósitos bancarios a medida que empeoraba la crisis económica en la que desembocó la pandemia de la covid-19 que estalló en marzo de 2020, en una actitud de prudencia a la hora de gastar.
De hecho, durante los tres años de pandemia (2020-22) los hogares españoles incrementaron en un 17,7% los ahorros depositados en los bancos, hasta superar de forma inédita el billón de euros.
Sin embargo, en agosto de 2022 ya se notó un punto de inflexión, ya que en ese mes se produjo una retirada de depósitos de unos 3.800 millones. En septiembre y octubre de ese año el saldo también se redujo, aunque en noviembre y diciembre volvió a crecer.
En cualquier caso, en 2022 el ahorro de los hogares españoles en forma de depósitos bancarios aumentó casi un 4,6% interanual y superó por primera vez el billón de euros al cierre del año, cuando en la zona euro ya se habían empezado a subir los tipos de interés.
De hecho, y después de una década con tipos prácticamente a cero, en el verano de 2022 el Banco Central Europeo (BCE) empezó a subir los tipos de interés para iniciar así una trayectoria alcista que todo hace indicar que se va a mantener en los próximos meses.
En seguida esas subidas se empezaron a traducir en incrementos del euríbor y, por lo tanto, de las cuotas mensuales de las hipotecas variables, hasta el punto de que el Gobierno tuvo que intervenir para que la banca impulsara medidas para facilitar el pago de las hipotecas a las familias más vulnerables.
Ya en 2023, la retirada de fondos en un solo mes se ha ido haciendo más constante, aunque el mayor recorte hasta el momento se ha registrado en julio respecto a junio, cuando se han evaporado 5.500 millones.
Mientras que la retirada de fondos de las familias en lo que va de año supone casi el 2% del total, la protagonizada por las empresas prácticamente alcanza el 6% de los depósitos de las compañías (que no suponen ni un tercio de los de los hogares españoles).
Concretamente, las empresas han retirado 18.800 millones de euros de los bancos en lo que va de año, con lo que el saldo de depósitos de sociedades no financieras ha cerrado julio en 299.000 millones.