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Trucos para ahorrar impuestos en tu declaración de la renta

Trucos para ahorrar impuestos en tu declaración de la renta
En este artículo te vamos a dar algunos consejos que te pueden ayudar mucho de cara a ese temido momento.

¿Te gustaría saber cómo ahorrar en impuestos en tu próxima Declaración de la Renta? Esta es una pregunta que nos hacemos cada vez que se acerca el momento de hacerla, pero debemos recordar que cubre el periodo del año anterior (es decir, en el año 2023 tendremos que hacer la declaración del 2022).

Aunque si bien es cierto que podremos hacer algunas modificaciones, al final tan solo podremos introducir actividades que se hayan llevado a cabo durante el 2022.

En este artículo te vamos a dar algunos consejos que te pueden ayudar mucho de cara a ese temido momento.

Los mejores tips para ahorrar de cara a tu próxima Declaración de la Renta

1. Consulta las deducciones autonómicas

Las deducciones autonómicas pueden ser muy diferentes dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que vivimos. Son muy importantes, ya que pueden suponer un gran recorte en el IRPF. Por ejemplo, podríamos deducir el alquiler, la instalación de dispositivos de ahorro, gastos educativos, la guardería de nuestros hijos, el abono del transporte público, entre otros.

Eso sí, tendrás que asegurarte de que realmente te puedes acoger a esas deducciones (lo más común es que tan solo se puedan conceder en el caso de que no lleguemos a unos ingresos mínimos; si te excedes, puedes reducir los ingreso solicitando retribuciones exactas o aplicando gastos deducibles).

Nuestra recomendación es contratar a un experto para que se encargue de hacer la Declaración de la Renta. Es cierto que este servicio tiene asociado un determinado gasto, pero, a cambio, pueden conseguir una devolución mucho más elevada.

Este experto se encarga de comprobar si puedes acogerte a alguna deducción autonómica.

2. Desgravación de gastos de préstamos

Es normal preguntarse si podemos incluir los gastos de préstamos personales en la Declaración de la Renta, con el objetivo de desgravar y pagar menos. Por desgracia, la mayoría de estos gastos no se pueden incluir, salvo estos supuestos:

  • Préstamos para vivienda habitual: afecta a las hipotecas, pero tan solo se considerarán gastos deducibles en el caso de que se haya adquirido el inmueble antes del 1 de enero de 2013.
  • Rendimiento del capital inmobiliario: también se pueden desgravar los gastos en el caso de que el dinero del préstamo se haya destinado a llevar a cabo mejoras. Por ejemplo, imagina que has solicitado un préstamo de 2000 € para reparar la cocina; en este caso, si podrías deducirte los gastos de los intereses.

Para no llevarte ninguna sorpresa desagradable, y encontrarte con la mala noticia de que Hacienda te haga una declaración paralela, revisa previamente la normativa vigente. Además de no ser demasiado intuitiva, se suele actualizar con mucha frecuencia.

3. Actualiza cualquier cambio en tu núcleo familiar

Determinados cambios traen consigo cambios a la hora de calcular tus impuestos. Por ejemplo, en el caso de que nazca un hijo puedes aplicar unas determinadas bonificaciones. Lo mismo ocurrirá con una discapacidad, etc.

También podría ocurrir lo contrario: quizá estuviéramos casados y nos hemos divorciado. En este caso, ya no podremos solicitar la deducción de 3000 € que se aplica en ese caso (por hacer la Declaración Conjunta, algo que no se podría aplicar si tan solo existiese una unión de Pareja de Hecho).

La cantidad de retención que se te aplica de IRPF depende de las circunstancias de la familia. Si tienes en cuenta todos estos supuestos, quizá consigas un porcentaje más reducido.

4. Revisa el salario en especie exento

Tu salario debe tributar en el IRPF según establece la legislación. Sin embargo, existen algunas retribuciones que entran dentro del salario en especie que se encuentra exento de IRPF, como es el caso de la guardería, cheques de transporte, vales de comida, etc.

Puedes sopesar la idea de cambiar parte de este salario por salario en especie exento. Teniendo en cuenta el importante ahorro en IRPF que esto puede suponer, es para pensárselo.

5. No te olvides de los donativos

Si haces donaciones también se pueden incluir en la Declaración de la Renta, especialmente si siempre las haces a las mismas compañías.

  • Las donaciones a ONG, así como a entidades y fundaciones sin ánimo de lucro te permiten deducir una cantidad de hasta un 80 % sobre los primeros 150 €.
  • En el caso de que las donaciones pasen de esa cantidad, se podrá deducir un 35 % sobre lo que exceda.
  • Además, en el caso de que dones a la misma entidad durante 3 años consecutivos, si cada donación ha sido igual o superior a la anterior, este 35 % se incrementará automáticamente hasta a 40 %.

6. Comprueba los gastos del trabajo

Los gastos del trabajo también se pueden incluir en la Declaración de la Renta y puede ser un buen método para ahorrar dinero que puede que no hayamos contemplado. Por ejemplo, estamos hablando de las cuotas sindicales o del colegio profesional.

Si te has tenido que enfrentar a un pleito laboral para el que has necesitado abogado y procurador, estos gastos también se pueden deducir de los ingresos del trabajo. En definitiva, que podrás pagar menos.

7. Hazte un plan de pensiones

Un plan de pensiones también puede ayudarte a reducir lo que pagas de IRPF. En concreto, se trata de aquellas aportaciones de hasta 1500 € a los planes de pensiones.

Sin embargo, tan solo resulta una buena opción para quienes reciben rentas derivadas del trabajo o de actividades empresariales/profesionales. No se recomienda para quienes obtienen rentas de alquileres de inmuebles, ganancias derivadas de transacciones patrimoniales o de productos bancarios; en estos últimos supuestos, el IRPF no se verá reducido.

Existen ciertas salvedades que deben tenerse en cuenta.

Aquí tienes 7 consejos que te pueden ayudar a ahorrar dinero de cara a la próxima Declaración de la Renta.