lunes. 07.10.2024

El creciente envejecimiento del mercado laboral, donde los jóvenes ya solo suponen el 28,6% del total, dificultará los cambios necesarios para las transiciones digital y energética y para el crecimiento de la productividad, según un análisis del Banco de España.

En un artículo publicado este jueves, el Banco de España analiza los flujos laborales en el periodo 2005-2022, años en los que la disminución en el empleo más joven ha sido "especialmente evidente", con una caída del peso de los trabajadores menores de 35 años desde el 46,3% en 2005 hasta el 28,6% en 2022.

En sentido contrario, los grupos de más edad (de 45-54 años y de 55 y más años) han incrementado su peso de manera gradual en todo el período analizado, hasta suponer, en conjunto, un 45% del empleo en 2022, es decir, 18,6 puntos porcentuales más de lo que representaban en 2005.

El análisis añade que es entre los más jóvenes donde los flujos laborales -cambios de empleo o entradas y salidas del mercado laboral- son más intensos, por lo que el proceso de envejecimiento de la población española "ha contribuido de forma notable" a reducir el dinamismo de estos cambios.

El Banco de España añade que este grado de dinamismo es importante, entre otros factores, porque puede condicionar los procesos de reasignación del empleo entre ocupaciones, empresas y sectores y, con ello, la evolución de la productividad agregada.

Todo ello, advierte, en un contexto en el que los cambios tecnológicos en curso, así como la transición ecológica, "van a provocar o a hacer necesaria una profunda reasignación sectorial y ocupacional" del empleo en los próximos años.

De cara a las próximas décadas, concluye el informe, el envejecimiento de la población trabajadora en España se acentuará, lo que contribuirá, previsiblemente, a reducir aún más el dinamismo de estos flujos laborales.

Y sin medidas correctoras, advierte, este cambio dificultará los "procesos de reasignación sectorial y ocupacional de los trabajadores necesarios para las transiciones digital y energética y para el crecimiento de la productividad".

El Banco de España analiza las consecuencias del envejecimiento del mercado laboral