viernes. 19.04.2024

En el mundo de la empresa, en muy contadas ocasiones David tumba a Goliat. Por ello, cobra más valor cuando lo consigue un murciano.

 

Se trata de Fernando Ríos, o, como casi todo el mundo lo conoce, Fernando Hijo. El florista murciano, junto con otros ocho compañeros de profesión de toda España (tres madrileños, dos canarios, un bilbaíno, un burgalés y un ovetense) han logrado una importantísima victoria judicial que les puede poner en los próximos meses al frente de Interflora, la asociación de floristas que hace posible que un consumidor pueda encargar un ramo de flores en Murcia y que muy pocas horas después pueda ser entregado en Bilbao, en Sevilla o en Barcelona.

 

La victoria judicial de Ríos y del resto de sus compañeros se produce después de un larguísimo litigio por Interflora, que nació como una asociación sin ánimo de lucro pero que acabó convertida en una sociedad -participada por los 1.500 floristas que la integraban- que llegó a facturar 25 M€. Los floristas recibían una participación en función del volumen de encargos que hacían y nadie ajeno al sector podía formar parte de ella. Así se garantizaba que Interflora trabajase por y para los floristas y, por ende, al consumidor final.

 

Los beneficios se dedicaban a la mejora de los servicios que Interflora prestaba a los floristas, a la organización de la asamblea anual o para la realización de acciones de formación. Es decir: acciones encaminadas a mejorar y prestigiar al sector.

 

Los problemas comenzaron cuando un empresario ajeno al sector comenzó a adquirir a los floristas participaciones de la sociedad -según los 9 denunciantes, pagando un precio muy superior al de su cotización real-. Con esta estrategia, se hizo con más del 60% de la propiedad de Interflora, y finalmente acordó su venta a un fondo de inversión ítalo-francés.

 

El grupo de nueve floristas, entre los que se encontraba el murciano Fernando Ríos, que decidió no vender su participación, también se opuso a esta venta, con lo que dio comienzo a una larga disputa judicial que ha durado casi una década, y en la que Ríos y sus compañeros han ido ganando batalla a batalla hasta que, hace unos pocos días, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo escribía el último capítulo de esta historia, rechazando los recursos de casación y por infracción procesal presentados por las empresas Tyresta Spain SLU (el fondo de inversión) y Arte y Diseño de Jardinería SL contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que daba la razón a estas nueve pequeñas floristerías.

 

De esta manera, concluía una batalla que comenzó en 2008, con la compra por parte de STSF Interflora Francia y el fondo de inversión 21 Centrale Partners -vehículo financiero del Grupo 21 Investimenti (Benetton)- de Fleurop Interflora España SA.

 

La compañía Arte y Diseño de Jardinería SL hizo posible la operación, valorada en 12 M€ al vender a Finaciere de Transmission Florale Expansion Internationale SAS la totalidad de las participaciones de Tyresta Spain SLU que obraban en su poder.

 

A esa toma de control del mayor negocio de venta de flores de España respondieron nueve pequeñas floristerías que también eran accionistas de Fleurop Interflora España SA y consideraron vulnerado el derecho de adquisición preferente de las acciones en caso de transmisión.

 

LARGA BATALLA JUDICIAL. Fernando Ríos y sus compañeros lograron su primera victoria en el año 2013, cuando el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid les dio la razón por primera vez. En 2017, fue la Audiencia Provincial de Madrid quien mantuvo el sentido de la sentencia ante el recurso de apelación presentado por el fondo de inversión. Ahora, es el Supremo el que zanja el caso.

 

Lo que viene a decir la sentencia es que la venta de participaciones es nula, por lo que la posterior venta al fondo de inversión también lo es. Queda por ver cómo se da forma al mandato judicial, pues Interflora ha sido dirigida estos años por un accionista mayoritario que nunca debió serlo.

 

Además, están los graves perjuicios económicos causados a los empresarios ‘disidentes’, que incluso fueron excluidos de la red de Interflora en el año 2016, con las consiguientes pérdidas. Fernando Ríos, en conversación con MURCIADIARIO, cifra en 150 M€ los daños que la actual gestión ha causado al sector de las floristerías.

 

“Y ya no es sólo el perjuicio económico, Interflora también era un canal de intercambio de conocimientos entre los floristas”, asegura Ríos, un enamorado de su profesión, además de un gran estudioso de esta. Ríos dirige una empresa con 20 trabajadores, y tres centros de trabajo, incluyendo el centro de producción de La Raya y las tiendas de la calle de Correos y de Jaime I en Murcia.

 

Los nueve vencedores, todos ellos dueño de floristerías de larga tradición, han logrado una importantísima victoria judicial que devolverá Interflora a sus fundadores, los floristas, que no pueden esperar para seguir repartiendo flores e ilusión por los cuatro puntos cardinales del país.

Fernando Hijo gana la 'batalla de las flores': podrá hacerse con el control de Interflora