ADQUISICIÓN

Soltec compra el 12,19% de la empresa madrileña de almacenamiento eléctrico Silbat

Raúl Morales, CEO de Soltec.
La adquisción se ha hecho mediante su aceleradora corporativa 'Aurora'.

Soltec ha compra el 12,19% de la sociedad Silbat, según ha informado la empresa de Molina de Segura. El material que utiliza Silbat para convertir la electricidad en calor es el silicio que, a diferencia del litio y otros metales empleados para las baterías actuales, es abundante y económico, con unos cálculos que van de los diez euros por kilovatio en costes de inversión y en torno a 0,05 euros en cuanto a coste nivelado de la energía liberada.

Otras ventajas de esta tecnología serían la alta densidad energética del propio silicio -es el segundo elemento químico con mayor calor latente de fusión- la elevada vida útil de la batería -hasta 30 años- y el carácter modular y escalable de la solución instalada en contenedores.

Según ha explicado Raúl Morales, CEO de Soltec, “el desarrollo del almacenamiento energético, junto a la electrificación de nuestra economía es urgente y necesario".

La adquisción se ha hecho mediante su aceleradora corporativa 'Aurora' y la compra lo que facilitará es el almacenamiento de la electricidad procedente de la energía solar "cuando no haya suficiente demanda y su posterior aprovechamiento cuando el consumo eléctrico aumente o los operadores de la red así lo requieran”, ha asegurado Iván Soto, responsable de "Aurora" y actualmente miembro de la junta directiva de Silbat.

Silbat es una spin-off fundada y liderada por Ignacio Luque, quien ejerce de CEO de la misma y cuenta una larga trayectoria empresarial en el ámbito de la industria fotovoltaica, y Antonio Luque, catedrático emérito de Electrónica Física y presidente de honor del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid.

La propuesta tecnológica de Silbat se basa en el almacenamiento en forma de calor latente de la electricidad procedente de fuentes renovables y en su recuperación a través de células termofotovoltaicas.

Actualmente en fase de testeo en entorno controlado, esta batería de hasta 100 horas de duración por ciclo constituye una respuesta tanto al problema de la intermitencia de las energías renovables como al del exceso de oferta en ciertos momentos del día, puesto que permite tanto despachar la electricidad almacenada de manera casi
inmediata como evitar su vertido en momentos de mayor generación eléctrica para propiciar su aprovechamiento posterior, cuando la demanda es más alta.