“Convertir el Derecho en una herramienta al servicio de la estrategia de nuestros clientes en todo el mundo, minimizando los riesgos de litigio, maximizando las posibilidades de éxito, mediante la combinación de talento y trabajo duro”. Así reza el principio básico de Ibidem, un prestigioso despacho de abogados que recientemente ha abierto sus puertas en la ciudad de Murcia.
El socio fundador del bufete, Enrique Martín, atiende en su despacho a Murcia Diario.
-¿Cuál es el campo de trabajo de Ibidem?
Nuestro despacho está especializado en el derecho de la empresa, el mercado y la competencia
En el derecho de empresa, tenemos amplia experiencia en contratación civil y mercantil, derecho societario y operaciones de M&A.
En cuanto al mercado y la competencia, cubrimos las áreas que tienen que ver con la entrega de valor al mercado y las relaciones de la empresa con los organismos regulatorios, los públicos de interés, los clientes y competidores, incluyendo la lucha contra la competencia desleal, acciones en los servicios de defensa de la competencia y el derecho regulatorio en materia de publicidad y consumo. En cualquier caso, nuestro foco es siempre el cliente corporativo.
-¿Cuáles son sus orígenes?
La empresa nació en Elche en octubre de 1991, inicialmente como agencia de patentes y marcas, aprovechando el carácter netamente exportador de la industria alicantina y su carácter intensivo en propiedad intelectual (piense, por ejemplo, en los inmensos catálogos de moda de la industria del calzado).
Como es sabido, luego Alicante fue designada como sede del Registro de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (hoy EUIPO) y se atribuyó a los Juzgados de lo Mercantil de Alicante la exclusividad en materia de Marca de la Unión Europea y Diseño Comunitario. Además, estos Juzgados actúan como “juzgados de cierre” de la propia UE, de modo que cuando ninguno de los litigantes tiene sede en la Unión deben necesariamente dirimir sus diferencias en Alicante. Eso nos permitió reforzar nuestro departamento de litigación en propiedad industrial y la cartera internacional del despacho.
Desde hace casi 30 años, dirigimos la protección de porfolios (carteras) de propiedad industrial en todo el mundo, para algunas de las marcas renombradas y empresas más innovadoras de nuestro país.
¿Cuál fue la evolución posterior del despacho?
En todo momento nos hemos esforzado por entender y satisfacer las necesidades del cliente corporativo, centrándonos en un target de empresas innovadoras e internacionalizadas.
La evolución a otras áreas de la práctica jurídica la hemos realizado captando a los mejores profesionales. No existen las disciplinas jurídicas, existen los abogados. Con esta percepción, podemos ofrecer a soluciones creativas, con una visión más amplia y multidisciplinar, basadas en la colaboración y el conocimiento estrecho entre abogado y cliente.
¿Por qué llegan a Murcia?
Murcia era un objetivo estratégico en el proyecto de expansión del despacho. Alicante y Murcia son territorios con una cultura y valores compartidos, pero con tejidos productivos particulares. Precisamente por ello, además del derecho de los negocios que constituye nuestra actividad principal, en Murcia inauguramos nuestra área de derecho contencioso-administrativo. Desde este departamento estamos liderando, entre otros temas, la lucha por el derecho al agua de la agroindustria murciana.
¿Qué aporta Ibidem a las empresas de la Región?
En Murcia hay excelentes despachos y colegas. Nosotros lo que aportamos es una visión muy profunda de los modelos de negocio dinámicos, startups y empresas de base tecnológica. Nuestra visión del Derecho está fuertemente condicionada por nuestra formación: muchos de nuestros abogados tienen estudios en marketing y dirección de empresas por las escuelas de negocios más prestigiosas de España. No se puede defender lo que no se entiende.
¿Qué opina de la situación de la Justicia en este país?
Lo mismo que cualquier ciudadano. Este país no puede permitirse tener la Agencia Tributaria más eficiente del mundo, mientras que nuestra Justicia sigue con medios del siglo XIX, infradotada y desprestigiada, a pesar del esfuerzo –ímprobo, callado- que realizan tantos jueces en este país.
Por otro lado, creemos que hay que practicar un concepto proactivo del Derecho, que permita anticiparse y minimizar los riesgos y costes legales, previniendo amenazas y, maximizando las oportunidades estratégicas. De hecho, a menudo nos integramos en los comités de I+D+i y comités de dirección y marketing de nuestros clientes, para sustentar jurídicamente las decisiones de negocio. Con ello se evita la litigiosidad innecesaria.
¿Cuántas personas componen Ibidem?
En la actualidad entre Alicante, Madrid y Murcia somos una decena de abogados. Somos un despacho mediano, del tipo boutique legal, muy orientado al cliente. Nuestra vida es el cliente. Nosotros no trabajamos con casos y expedientes, trabajamos con clientes.
No es cierto que no se pueda innovar en justicia, porque los procedimientos están regulados: no es lo mismo un planteamiento que otro. Hay que tener una visión de 360 grados para determinar cuándo un problema tiene un enfoque civil, penal, contencioso, o puede abordarse desde diversas perspectivas y con herramientas distintas, a veces extrajurídica. Los abogados que solo piensan en el papel, en el expediente, no aportan valor. Nuestro entregable son las soluciones legales.
¿Qué área de Ibidem considera más innovadora?
La protección legal de los intangibles no registrables: el secreto empresarial y la reputación.
En materia de secreto empresarial, implantamos políticas de protección de conformidad con lo requerido en la Ley 1/2019, de 20 de febrero, de Secretos Empresariales.
Con relación a la defensa de la reputación empresarial –el activo sin duda más valioso y frágil-, tenemos experiencia, muy relevante en la dirección letrada de las negociaciones y la coordinación de los equipos de comunicación en gabinetes de crisis, el ejercicio del derecho de rectificación y la protección civil y penal del derecho al honor de las personas jurídicas.
Por último, hábleme de su experiencia profesional.
A lo largo de mis treinta años de ejercicio he defendido los intereses de multinacionales de la moda, como Versace o Natuzzi en Italia, o Panama Jack y Pikolinos en España. También me he implicado en la defensa del derecho de patentes, que me fascina. Pero lo que más me gusta es estar en las pequeñas empresas, sentir su potencial y ayudar a desarrollarlo, alineando todas las herramientas del Derecho a su estrategia de negocio. Los abogados entendemos mejor la realidad de nuestros clientes fuera de nuestros despachos.
