PRODUCCIÓN ARTESANAL

Una empresa de Tarragona triunfa con quesos de cabra... murcianos

La quesera Sant Gil d'Albió factura un millón de euros con una producción elaborada exclusivamente con leche de la raza autóctona de la Región

 

Que los productos alimentarios de la Región tienen un rotundo éxito, está fuera de toda duda. Que estos productos cada vez traspasan más fronteras, también. Y ahora también son las materias primas murcianas las que cada vez tienen más éxito más allá de las líneas que demarcan las fronteras. Es lo que le está pasando a la raza autóctona de cabra de la Región, la cabra murciano-granadina, que ha encontrado en tierras catalanas un nicho en el que cada vez tiene más implantación.

 

Y es que la gran calidad de la leche que produce este ganado le ha llevado a convertirse en la base de un producto de gran arraigo en Cataluña: el queso artesanal. Así lo confirma a MURCIADIARIO Josep Martí, dueño de una de las empresas que más está triunfando con este producto. “El 80% de los ganaderos de esta zona ya apuestan por las cabras murciano-granadinas”, asegura este artesano quesero, que regenta la empresa Sant Gil d'Albió, ubicada en la localidad de Albió, en la provincia de Tarragona. Estos ganaderos tienen una intensa relación con Acrimur, la Asociación Española de Criadores de la Cabra Murciano-Granadina.

 

¿Por qué cabras murcianas? ¿Por qué no, por ejemplo, las más próximas cabras alpinas? La primera explicación tiene que ver con la mayor capacidad de los animales 'made in Murcia' para aclimatarse al clima y al terreno tarraconense. Y luego está la calidad. Y es que según Martí, no hay dudas: “Si me ofrecen otra leche, es que no la cojo”. Josep Martí compra la leche con la que elabora sus apreciados quesos a cinco ganaderos tarraconenses, que crían cabras de esta raza. Y ello a pesar de que la leche murciana es más cara, en torno a un 10 o 20% más; pero es que la calidad compensa: “La leche de la cabra murciana es más apreciada, por su textura y por otras cualidades”. El resultado es “una leche densa, grasa, aromática y de ricos y variados matices, gracias a su alimentación basada en forrajes y cereales”.

 

Y el cliente lo agradece. Los quesos que elabora Sant Gil d'Albió son muy demandados entre los clientes catalanes, de tal forma que el 60% de la producción se queda 'en casa'. Pero el 40% que dedican a la exportación se lo rifan entre distribuidores de España, Europa, América y Asia. Si bien en la Región es muy difícil encontrar estos quesos, sí que los difrutan en Comunidad Valenciana y Baleares, así como en Inglaterra, Suecia, Italia o Francia; Estados Unidos e incluso Japón.

 

Sant Gil d'Albió produce actualmente en su obrador unos 90.000 kilos de queso artesano elaborado con leche de cabra murciano-granadina, que reportan a la compañía una facturación de un millón de euros. La conexión murciana con esta empresa va más allá del origen de las cabras, puesto que, en las exportaciones, sus productos viajan junto a los de la empresa jumillana Central Quesera Montesinos, con la que mantiene una buena relación, con la que comparte contenedores. De hecho, los quesos de esta empresa catalana pasan habitualmente la aduana y la carga en Jumilla.

 

Las satisfacciones llegan más allá de estos números, pues recientemente uno de los productos 'estrella' de esta empresa, el queso curado El Gran Pep, se llevó la medalla de oro en la última edición de la feria Lactium, dedicada a los quesos artesanos y derivados lácteos de Catalunya. Con este premiado queso posa Josep Martí en la imagen que ilustra esta información, y se vende a partir de 28 euros el kilo.

 

No es el único producto de la casa. En el catálogo también se encuentran el Garrotxa de Sant Gil d'Albió (semicurado), el Sant Gil d'Albió (2 meses de maduración), Boles (pequeñas bolas, con dos variedades: orégano y ajo y perejil). Sant Gil en oli (6 meses de maduración y curado en aceite de oliva),  Tupí (crema elaborada con el Sant Gil), Cal Fort (queso con hongos en la corteza, muy cremoso), D'Atura (de larga maduración, recuperando un antiguo molde de cerámica catalán). Gracias a empresas como esta, las cabras murcianas aprenden a hablar catalán.