jueves. 28.03.2024

La Comisión Europea ha propuesto nuevas reglas para reducir el uso y el riesgo de pesticidas en la UE, cumpliendo el objetivo de la “Estrategia de la granja a la mesa” para lograr un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente. Las nuevas normas se establecerán en un Reglamento, que será directamente vinculante para todos los Estados miembros. 

 

Estas normas van establecer objetivos jurídicamente vinculantes a nivel de la UE para reducir en un 50 % el uso y el riesgo de pesticidas químicos y el uso de pesticidas más peligrosos para 2030, siendo los estados quienes deberán establecer sus propios objetivos, así como sus propias estrategias para garantizar que el objetivo a escala de la UE se alcance de forma colectiva. 

 

También supondrán un nuevo marco de aplicación integral para garantizar que todos los agricultores practiquen el Manejo Integrado de Plagas (IPM), un enfoque que considera los métodos alternativos de control de plagas prioritarios, y en el que los pesticidas químicos pueden usarse como último recurso. 

 

Además se contempla la prohibición del uso de todos los pesticidas en áreas sensibles y en un entorno de 3 metros de las mismas. Estas áreas son parques o jardines públicos, áreas de juego, terrenos recreativos o deportivos, caminos públicos, como así como áreas ecológicamente sensibles. 

 

Estas propuestas sobre el uso de pesticidas no dejarán atrás a ningún agricultor ya que los estados podrán utilizar los fondos de la Política Agrícola Común para cubrir los costes para los agricultores durante 5 años. 

 

Por otro lado, tampoco debe suponer ningún problema para los consumidores, ya que la seguridad alimentaria no se verá perjudicada, y el uso de nuevas tecnologías, como las variedades de cultivos resistentes a las plagas, los apoyos y las acciones de mitigación, también contribuirán compensar cualquier coste adicional y evitar el aumento de los precios de los alimentos.

 

Los científicos y los ciudadanos están cada vez más preocupados por el uso de pesticidas y la acumulación de sus residuos y metabolitos en el medio ambiente. Los pesticidas químicos pueden dañar la salud humana, y afectan especialmente a las personas que los utilizan, así como a grupos vulnerables y niños. Ya en 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que cada año se producen alrededor de un millón de casos de intoxicación no intencionada por pesticidas, que provocan aproximadamente 20.000 muertes. Una revisión reciente estima que en todo el mundo se producen anualmente unos 385 millones de casos de intoxicación aguda no intencionada por pesticidas, que incluyen unas 11.000 muertes. Entre 2013 y 2019, se detectaron pesticidas por encima de su umbral de efecto en entre el 13 y el 30% de todos los lugares de control de las aguas superficiales de los ríos y lagos europeos. 

 

Además, contribuyen a la disminución de la biodiversidad en áreas agrícolas, contaminando el aire, el agua y el medio ambiente en general y disminuyendo los polinizadores, como las abejas, necesarios para alimentar a una población mundial creciente.  

 

En el informe final de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, los ciudadanos solicitaron específicamente abordar el uso y el riesgo de los pesticidas.  

La Comisión Europea propone nuevas reglas sobre el uso de pesticidas