Castilla-La Mancha ha presentado un voto particular al Plan Hidrológico del río Tajo, el documento informado favorablemente por el Consejo del Agua, pidiendo que no se riegue en Levante con agua del Tajo, sino que sea con agua de las desaladoras, y que se reconozcan derechos de los regantes del Algodor, en la provincia de Toledo.
En rueda de prensa en Toledo, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha detallado los pormenores del Plan del Tajo, que supone "un cambio absoluto de paradigma en Castilla-La Mancha y en España con el Tajo como protagonista", ha subrayado.
Pese a que la comunidad autónoma se felicita por lo conseguido, ha presentado un voto particular con dos asuntos: que Levante no riegue con agua del río Tajo, sino que lo haga con agua de las desaladoras, y que todos los regantes del Algodor y Sonseca consigan sus derechos de agua, porque se han resuelto 168 pozos pero faltan 88, que apenas suponen un hectómetro cúbico de agua, pero que es "importante" conseguirlo, ha dicho el consejero.
Martínez Arroyo ha explicado que el Plan Hidrológico fija caudales ecológicos porque una sentencia del Tribunal Supremo -a raíz de recursos presentados por el Gobierno de Castilla-La Mancha y colectivos de defensa del Tajo- así lo fijó en 2019, y ha dejado claro que Castilla-La Mancha ha sido paciente y ha esperado estos tres años hasta tener una nueva planificación hidrográfica que lo recogiera, porque lo que dictó el Supremo fue aplicarlo de manera inmediata en 2019.
A preguntas de los periodistas sobre la posibilidad de acudir a los tribunales para defender la continuidad del trasvase que ha avanzado el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, el consejero ha dicho que el Gobierno castellanomanchego respeta los recursos que puedan presentarse y, de hecho, ha recordado que Castilla-La Mancha ha recurrido "muchos" trasvases.
También ha dicho que regantes de las comunidades de Levante están haciendo comentarios "muy grandilocuentes" y, desde su punto de vista, "exagerados" ya que el primer objetivo compartidos es garantizar el abastecimiento humano, después el medio ambiente y a continuación el "resto de usos".
Y ha agregado que en los cinco últimos meses la modificación del memorándum ha propiciado dejar de trasvasar 55 hectómetros cúbicos al Levante, ya que cuando los embalses de cabecera del Tajo están en nivel 2 se trasvasan 27 hectómetros cúbicos en vez de 38.
