miércoles. 24.04.2024

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha hecho este martes un llamamiento en el último momento a evitar otra guerra del agua, un día antes de la manifestación convocada por regantes del levante para protestar por las decisiones sobre el trasvase al Segura.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Ribera ha lamentado que se esté haciendo "una tergiversación de la realidad en favor de un territorio, con determinada pancartas de determinados grupos políticos" y ha pedido que no se vuelva a "una guerra del agua", donde se haga lo que se haga o se invierta lo que se invierta, "siempre hay una diana a la que disparar".

Y lo ha hecho un día antes de que regantes del levante español, encabezados por el presidente de Murcia, Fernando López Miras, junto a representantes de organizaciones políticas, sindicales y sociales de Almería, Alicante y Murcia participen en una concentración frente al Ministerio de Transición Ecológica para protestar por la decisión de fijar caudales ecológicos en el río Tajo, lo que conllevará una reducción del trasvase del Tajo al Segura.

Ribera ha apostado por encontrar soluciones reales, pragmáticas y constructivas a los problemas reales y ha lanzado un aviso: "Lo peor sería pensar que se depende exclusivamente de haya agua en cabecera de Tajo, porque nos encontraríamos, como se encontró la ministra (Isabel García) Tejerina teniendo que reducir el trasvase a cero durante meses. Esto sí que sería enormemente dramático".

"No basta hablar de volúmenes promedio de agua, hay que estar preparados para los dos excesos, años con ciclos muchos más largos de extrema sequía y períodos de inundaciones enormemente duros", ha aseverado.

Ha defendido además que la planificación hidrológica actual, a diferencia de la anterior, responde por primera vez a la realidad del cambio climático, y ha recordado que los planes hidrológicos incorporan más de 8.000 millones de inversión entre 2022 y 2027, que se repartirán entre Murcia (1.100 millones), Alicante (540 millones) o Almería (44 millones en Almería".

Dinero destinado a incrementar en más de 150 hectómetros cúbicos (hm3) la desalación", aumentando "con creces el volumen de agua que se necesita", para facilitar la reutilización, para impulsar en energías renovables y que el coste del agua sea asumible por los agricultores.

Ribera ha señalado que los costes de agua desalada deben "ser razonables, que puedan ser asumidos para conectar las distintas desaladoras, para garantizar que hay agua".

Tras admitir que es "tema muy sensible", ha explicado que el Ministerio que dirige ha remitido al Consejo de Estado "lo que consiguió el respaldo mayoritario del Consejo Nacional del Agua".

"En la documentación circulada previamente al Consejo Nacional del Agua se introdujo alguna modificación con relación a lo que había sido ya consensuado entre territorios, con regantes, siguiendo los criterios para la fijación de los caudales ecológicos, que desde el punto de vista técnico establece la ley y atendiendo a la necesidad de cumplir con las cinco sentencias condenatorias que el Tribunal Supremo ha venido publicando desde el 2019", según la ministra.

Ribera ha continuado que "en el último minuto hubo una propuesta de modificación de ese consenso", propuesta que fue rechazada mayoritariamente por el Consejo Nacional del Agua, y ha sostenido que lo que se ha remitido al Consejo de Estado "responde esencialmente al consenso que estaba previamente anunciado y que es sumamente innovador".

Ha recordado que el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha manifestado que remitirá comentarios y recomendaciones al Consejo de Estado, y también lo han hecho Castilla-La Mancha, Región de Murcia, organizaciones ecologistas e instituciones académicas.

"Eso nos hace pensar que el Consejo de Estado se va a encontrar con una serie de comentarios muchas veces contradictorios, los conocemos todos, no necesariamente comentarios jurídicos ni de procedimiento, también habrá los que tienen más que ver con el componente emocional relacionado con un recurso como el agua", ha dicho.

"Es muy importante y se percibe de manera diferente entre los distintos territorios y actores", según la ministra, quien, no obstante ha recordado que "la responsabilidad del Gobierno es atender la preocupación de todos preservando el interés general".

"Lo peor es no ver esa realidad, porque los datos avalan la misma", ha manifestado, y ha señalado que estos años se ha invertido "una cantidad de dinero muy importante" y se ha realizado una gestión "muy eficiente", hasta el punto de que se ha trasvasado "mucho más agua que los cuatro años anteriores" de la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno "a las cuencas que más lo necesitaban".

Y se ha hecho tanto para garantizar el consumo humano de agua como las aportaciones adicionales para usos económicos, como el riego.

La ministra Teresa Ribera hace un llamamiento para evitar otra guerra del agua