INNOVACIÓN

Del laboratorio a la tienda

La CARM lanza una iniciativa para ayudar a los investigadores a plasmar las ideas científicas en productos

 

La Fundación Séneca, ha lanzado una iniciativa pionera que ayuda a los investigadores a transformar sus resultados en productos finales y acceder así al mercado. Estas subvenciones, cuyas bases ya han sido publicadas en el BORM, tienen un importe máximo de 30.000 euros por solicitud y se dirigen concretamente a los grupos de investigación de universidades y organismos de investigación de la Región que ya han obtenido resultados.


La convocatoria no tiene por objeto la financiación de proyectos de investigación ni nuevos desarrollos técnicos, sino que financia las actividades que aborden desarrollos, pruebas o actuaciones posteriores a la obtención del resultado de la investigación que se pretende explotar, así como gastos de personal directamente vinculados a dichas actividades.


Algunos de estos grupos ya han dado pasos para la aplicación de dichos resultados, pero necesitan de un impulso que permita comprobar si funcionarían en un entorno real en la empresa. Las subvenciones prestarán apoyo en esa fase, que puede requerir acciones como validar una tecnología, verificar su potencial innovador, elaborar un prototipo o realizar una experiencia piloto para su desarrollo.


El consejero de Empleo, Universidades y Empresa, Juan Hernández, afirmó sobre estas ayudas que “tienen una misión fundamental: que los resultados de los proyectos de investigación desarrollados no se queden en el cajón, sino que pasen del laboratorio al mercado, que se comercialicen y que finalmente se llegue a la plasmación en productos de la investigación científica y técnica desarrollada en la Región de Murcia”.


Así, esta iniciativa apoyará los llamados proyectos de prueba de concepto (PdC), es decir, aquellos que requieren un impulso para llevar los resultados a una fase en que pueda comprobarse si son viables, y si existen oportunidades para la comercialización y para captar inversiones. Los proyectos objeto de ayuda tendrán una duración máxima de doce meses.


Las dificultades para convertir en productos y servicios los resultados de la investigación científica son identificadas en toda Europa como uno de los principales obstáculos para impulsar los procesos de innovación, la competitividad de las empresas y para materializar el valor económico y social de las inversiones de investigación.