viernes. 19.04.2024

En los coches de antaño, la sonda lambda no estaba presente. Con la necesidad de que los autos emitieran menos contaminantes, el sensor de oxígeno se convirtió en un ítem fundamental, con varias funciones adicionales que solo traían beneficios al vehículo.

Conocida como sensor de oxígeno, la sonda se encarga de medir los gases que son expulsados ​​por el colector de escape, con el fin de equilibrar la mezcla aire+combustible, evitar un consumo excesivo de combustible y consecuentemente mejorar el desempeño del vehículo, junto con la inyección electrónica.

El objetivo es lograr un compromiso entre potencia, economía de combustible y emisiones, acercando la mezcla lo más posible a una relación estequiométrica. En definitiva, conseguir que el motor funcione de la forma más eficiente posible.

Funciones de la sonda lambda

La función de la sonda lambda es crucial y doble, por un lado analiza y controla, pero también informa directamente a la caja de control del motor para que la combustión sea siempre adecuada:

Función de control: antes del catalizador se encuentra la sonda lambda, que analiza constantemente la cantidad de oxígeno en el aire, controlando la proporción. En este sentido, la sonda lambda es un sensor.

sonda

Imagen de Sonda lambda tomada del sitio web autodoc.es

Función de información: los datos registrados por la sonda lambda se envían directamente a la caja de control del motor del automóvil para que actúe de acuerdo con la cantidad de oxígeno registrada. El motor trabaja para equilibrar la mezcla, conociendo la cantidad de oxígeno, calcula la cantidad de combustible que corresponde inyectar en los cilindros para mantener el equilibrio y el índice de eficiencia.

Con estas dos funciones complementarias de conocimiento y transmisión de la información detectada, la sonda lambda se convierte en pieza clave de todo motor, imprescindible para el buen funcionamiento del motor y para que no se disparen las emisiones en un vehículo.

Mal funcionamiento de la sonda lambda: signos y causas

La falla de la sonda lambda puede provocar un mal funcionamiento del sistema de combustible, un mayor consumo de combustible, una disminución de la tracción, etc. Un mal funcionamiento en el sistema de combustible provocará una disminución en el rendimiento del motor del automóvil, deterioro de la dinámica, etc.

La vida útil del sensor de oxígeno depende de las condiciones de funcionamiento del carro de hielo y tiene un promedio de 60 a 80 mil kilómetros.

Los principales signos de mal funcionamiento de la sonda lambda:

  • consumo excesivo de combustible;
  • olor inusual del tubo de escape, aumento de la toxicidad de los gases de escape;
  • transición del motor de combustión interna al modo de emergencia, deterioro de la dinámica, disminución de la potencia (muy notable cuando se conduce a altas velocidades);
  • ralentí inestable;

Mal funcionamiento de la sonda lambda, causas:

  • combustible de baja calidad (alto contenido de impurezas, principalmente plomo);
  • violación de la integridad de los circuitos de conexión eléctrica (cortocircuito);
  • daños mecánicos o contaminación del sensor de oxígeno con productos de la combustión del combustible debido a problemas del motor;
  • sobrecarga de temperatura (interrupciones en el sistema de encendido).

Frecuencia de reemplazo

Es un elemento que requiere cambio y sustitución, dependiendo de cada motor y fabricante, aunque su vida útil ronda los 160.000 kilómetros.

Sin embargo, los casos de avería o mal funcionamiento de la sonda siempre son posibles y se producen en los momentos más inoportunos, por lo que el Servicio de Asistencia es la mejor salida para que las consecuencias sean mínimas para ti y tu vehículo.

¿Para qué sirve la sonda lambda?