23 de marzo de 2017, 15:52
Dale Carnegie, uno de los autores más reconocidos en la literatura empresarial, afirmaba con contundencia que “las cualidades necesarias para lograr el éxito son: un entusiasmo fervoroso respaldado por la tenacidad de una mula”.
Liderar equipos requiere saber crear cohesión entre sus miembros y hacerlos avanzar por convicción y no por una orden esplícita. Un auténtico líder no dirige, sino que inspira. El liderazgo es una habilidad que acompaña al éxito a la hora de emprender proyectos y tirar adelante empresas y para conseguirlo, es necesario cultivar algunas destrezas. Veamos algunas de ellas:
- Habilidades sociales y de comunicación. Aptitud para conectar con las personas, practicar la escucha activa y transmitir el mensaje de forma directa y clara.
- Disposición para delegar y guiar a otras personas para esperar lo mejor de cada una de ellas y a hacer aflorar lo mejor de sí mismas.
- Capacidad para compartir el conocimiento y la experiencia propios.
- Humildad para reconocer los propios errores, aprender de ellos y rectificar.
- Convicción e integridad a la hora de tomar decisiones, además de un firme compromiso para cumplir con los objetivos y llegar hasta el final.
- Discernimiento para saber detectar oportunidades y encontrar soluciones efectivas, a la vez que decisión para tomar las riendas, asumir la responsabilidad y enfrentar los problemas.
- Coraje para innovar, para salir de la zona de confort y probar cosas nuevas o hacerlas de manera distinta.
- Compromiso e implicación con el proyecto y/o equipo.
- Iniciativa y pasión por el trabajo, unidas a la fuerza de voluntad y autodisciplina como claves para la superación.
- Visión estratégica para sintonizar con los deseos y necesidades de los clientes, a la vez que saber marcar tendencias y para avanzarse a los competidores.