Baby boombers versus millennials

Soy de la generación Baby-Boomer. Soy de aquellos que fueron a la universidad con americana y corbata y de los que estuvimos educados en un entorno religioso porque ni había otra opción, ni la mayoría de la gente se la planteaba.

 

A menudo, en el trabajo o en los programas de Dale Carnegie que imparto, tengo la oportunidad de convivir con jóvenes. Personas nacidas entre los años 80’s y 90’s, los llamados millenials, que tienen una visión completamente distinta a la mía, unos intereses diferentes y un espíritu que no me canso de observar.

 

A propósito de esto, cayó en mis manos un estudio que Dale Carnegie Internacional realizó para medir el grado de compromiso que los millenials tienen en las empresas y trabajos que desempeñan. Me pareció un buen objetivo dado que somos especialmente proclives a aquello de “antes todo era mejor”.

 

Para realizar este estudio contaron con 300 participantes de los cuáles el 50% eran millenials y el otro 50% eran nacidos antes del 1980.

 

Además, 100 de ellos trabajaban en empresas medianas (entre 50 a 499 empleados), 100 eran empleados en grandes empresas (de 500 a 999 empleados) y, por último, 100 de grandes corporaciones (con 1000 empleados o más). Todos ellos eran profesionales a tiempo completo y la muestra fue formada por el 50% hombres y 50% mujeres. Por tanto, la muestra parece lo suficientemente universal como para llegar a alguna conclusión realista.

 

Cómo era esperable el estudio determinó que, mientras que la generación de Millenials marcan diferencias en algunos niveles, también comparten similitudes notables con los que no lo son. Sin embargo, lo que más me llamó la atención de este estudio es la conclusión acerca del compromiso de los trabajadores para con sus empresas:  Los Millenials son muchos más propensos a recomendar a sus empresas con el propósito de hacer negocios, más que los que no lo son, el 85% de los Millenials dicen que sería probable hacer una recomendación versus el 74% de los que no lo son.

 

La investigación sugiere que, para los Millenials, el compromiso podría estar vinculado de manera más efectiva para beneficio personal (derivado del reconocimiento por traer negocios a sus empleadores), una sensación de plenitud (derivado por ayudar a los demás a encontrar un buen socio para los negocios) y lealtad. Para los Millenials los atributos emocionales y funcionales son importantes.

 

Así que, pese a que tenemos tendencia a pensar que las nuevas generaciones tienden a peor (ya los griegos pensaban esto de los estudiantes jóvenes) lo cierto es que, según este estudio, los valores emocionales y los vínculos con las empresas y marcas son, como mínimo, igual de importantes que las retribuciones económicas.

 

Así, se confirma la afirmación del World Economic Forum dónde se decía que las Soft Skills, todas aquellas habilidades relacionadas con la empatía y la capacidad de relacionarse y comunicarse, son cada vez más importantes en todos los ámbitos.