Convive con lo inevitable

"Convive con lo inevitable” es el principio de Dale Carnegie que estos días, debemos repetirnos una y otra vez.

 

Esta situación, sin precedentes, genera angustia y desconcierto general. Demasiadas incógnitas nos martillean la cabeza una y otra vez generando más preocupación. Nunca antes habíamos vivido una situación similar a escala mundial y nuestro cerebro no tiene herramientas para apoyarse en la experiencia.

 

Dale Carnegie, en su famoso libro 'Cómo ganar amigos e influir en las personas' describe en un capítulo cómo podemos controlar el estrés y vencer las preocupaciones.

 

Convivir con lo inevitable significa no enfadarnos con lo que nos ha tocado vivir sino aceptar las circunstancias cuando no las podemos cambiar. Para empezar a superar una situación difícil, es mejor tomar las cosas tal y como son.Cooperar con lo inevitable es dejar de darle vueltas a lo que no podemos controlar. Si no está en nuestra mano, resulta absurdo preocuparse.

 

Es indispensable recordar que no son las circunstancias las que determinan cómo nos sentimos, sino la manera en las que reaccionamos ante ellas.

 

En la situación actual, trata de pensar en positivo, en la oportunidad que esto te brinda para hacer cosas que querías hacer y para las que nunca encuentras tiempo. Quizás puedes pintar o hacer pequeños cambios en casa, puedes cocinar alguna receta que te guste,  jugar a juegos de mesa o empezar a dibujar o a pintar. Lee. Escoge un libro que te transporte a una aventura o a un país lejano y que te haga soñar.

 

Otro de los principios que defiende Carnegie como remedio ante el stress es: “Mantente ocupado”. Esto hará que las preocupaciones se diluyan y ahuyentes la ansiedad.

 

Cuando llevamos a cabo tareas que realmente nos apetecen, entramos en un estado emocional positivo en el que nos sentimos implicados de forma total con la actividad. Cuando nos vemos así, la atención en el problema pasa a un segundo plano.

 

Por ello, mantenernos ocupados no es baladí. En palabras del mismo Dale Carnegie: “El mejor remedio contra la preocupación es estar todo el tiempo ocupado haciendo algo constructivo”.

 

¡Ánimo!