Escribe Josef Ajram: 'El ladrillo, una buena opción'

¿Es una buena opción invertir en el ladrillo en España? Esta es una de las preguntas que se está lanzando últimamente en diferentes ámbitos ante un nuevo crecimiento importante del sector inmobiliario.

 

Mi respuesta es sí, pero vayamos con argumentos. El sector inmobiliario en estos momentos se ha convertido en una gran opción de inversión por un motivo fundamental. Los tipos de interés están extremadamente bajos y, además, el sector bancario estima que se mantendrán en esta situación durante un tiempo importante.

 

En este hecho reside precisamente la gran diferencia respecto a la situación que vivimos con el ladrillo en los años 2005, 2006 o 2007 en los que había una escalada de precios en paralelo a unos intereses que llegaron al 3,5%.

 

Cero es el valor actual de los intereses, con lo cual todas las personas que tienen unos ahorros necesitan imperiosamente diversificarlos con productos financieros o bienes rentables para que la inflación no se coma este dinero. Dicho de otra manera, la gente que no invierte el dinero y lo tiene depositado en el banco está perdiendo poder adquisitivo.

 

Por otro lado y no es un hecho menor, al sector inmobiliario lo está ayudando mucho las inestabilidades bursátiles que generan casos como el del Banco Popular o Abengoa. Estas situaciones generan miedo entre los inversores y un temor patente a arriesgar más de la cuenta e irse a valores refugio más seguros.

 

No obviemos tampoco que vivimos aún en la sociedad española de la propiedad. Al contrario que ocurre en la mayoría de países europeos aquí aún pensamos que si vamos de alquiler estamos tirando el dinero y que la prioridad es comprar. Pero este sería otro debate en el que algún día tendremos que entrar.

 

Lo cierto es que el inmobiliario es un sector que subirá al menos mientras se mantengan bajos los tipos de interés. Eso sí, hay que ser muy cauto a la hora de invertir. No vale cualquier localización ni cualquier propiedad. Hay que buscar productos premium, líquidos y que después resulte fácil volver a colocar en el mercado para obtener beneficios.