jueves. 25.04.2024

Un café con Gloria Lomana: "La ética cotiza cada vez más a la baja"

Me despierto temprano para tomar el AVE tras meses largos de pandemia, y tiempo sin viajar a la capital de España, para conocer un poco más de cerca a una de las grandes periodistas de nuestro país, la señora Gloria Fernández-Lomana Garcia. Volver a Madrid es un momento apasionante si entras por el túnel del AVE escuchando el Bolero de Ravel a todo volumen y sabes que el encuentro no te dejará indiferente tal y como así ha sido. Hoy, en Los Mejores, conocemos a Gloria Lomana.

 

Son las 14:15 horas y llegamos a sus oficinas en pleno centro de Madrid, con un equipo muy jovial y altamente efectivo, cualificado... los conocidos 'JASP'. Ella es extremadamente cercana en sus gestos, sus ojos lo dicen todo, presenta a su equipo y salimos disparadas para almorzar juntas.

 

Mujer de paso firme, tacones altos y vuelvo a reiterar la palabra 'cercanía', de esas personas que querrías tener siempre cerca. Ella es un sol radiante, ya saben, una líder nata.

 

Comienza nuestra charla distendida, fácil, es muy divertido y sencillo hablar con ella, y, a la vez, apasionante escucharla hablar. La primera pregunta que le lanzo no es nimia:

 

MACARENA PERONA: ¿Cómo se reinventa el modelo de negocio en el periodismo para alcanzar la rentabilidad? Y responde con un gran sentido de responsabilidad propia, de los medios de comunicación y de los grandes sectores que no han sabido encauzar los cambios de la publicidad en los modelos de negocio.

 
GLORIA LOMANA: Hoy en día carecemos de modelos de negocio en el periodismo que sean exitosos como ocurre en Estados Unidos, donde el 'pago por uso' está más que aceptado. En España seguimos en el 'todo gratis' y desprestigiamos nuestro propio trabajo profesional.

 

M. P. Quiero agradecerte que sigas haciendo un periodismo libre, comprometido con la verdad, ¿cómo se logra en los tiempos que corren?

Su respuesta, rápida; su reflexión, profunda. “Necesitamos periodismo libre, no estamos dispuestos a trabajar como en China”. Se crea un silencio. Continúa. "Me preocupa que la ética cotice cada vez más a la baja".
Está claro que nos deja sin más posibilidad de rebatir esta realidad, es contundente y libre, se expresa con acierto y gran serenidad, tras una carrera en el periodismo que dice “ya finalizada”, aunque pensamos que hierra, porque quizá es ahora cuando está en toda su plenitud. Gloria ha logrado ser una periodista de reconocido prestigio, con mucho trabajo bien hecho, reconocido por sus compañeros, y que no calla. Es un gran espejo donde mirarse uno. O una, en este caso.

M. P.: Gloria, entonces, dinos: ¿Hay censura en España? Ella prefiere hablar como en su novela 'Juegos de Poder'.

G. L.: Padecemos dos graves amenazas en el siglo XXI: las 'fake news' y el populismo, y ambos se retroalimentan. Los populismos viven de las medias verdades, las falsedades o los 'hechos alternativos'. Recordamos cómo, tras una noche electoral en Perú en la que emerge un maestro de los Andes, porque la anterior líder peruana tenía más detractores que seguidores, y cómo otros políticos de mejor nivel no llegan a trasmitir que la verdad y la ética son claves para combatir la la pobreza, formentar la educación y ese largo etcétera del que Gloria no deja de accionar como palanca para transformar el pensamiento de la sociedad española con su programa de #ChicasImparables.

 

MP.: Su programa de liderazgo está dirigido a las adolescentes, explícanos por qué ellas y no niñas, o universitarias…

G. L.: Sin duda el empeño de este programa -y lo dice con un especial brillo en sus ojos rasgados-, es personal, es sumar, para cambiar entre todos las cosas: la sociedad civil y las empresas, porque al top de los liderazgos las mujeres siguen sin llegar en igualdad y ahí tenemos que seguir trabajando, por visibilizar las mujeres líderes que hay y contribuir con ello a generar referentes, y por seguir formando liderazgos femeninos de futuro entre las chicas jóvenes.

 

Los testimonios de las #ChicasImparables son impresionantes. Ella está convencida y es convincente defendiendo que "esto lo cambiaremos entre todos" y que "el éxito es sólo fruto de mucho trabajo, esfuerzo, equipo, y posibilidad de implicar a otros en esta carrera tanto personal como profesional y altruista", en la que sorprendentemente una mujer referente y líder en su profesión no tiene nada que demostrar, si acaso a sí misma, eso de que la igualdad de oportunidades va a lograrse y más rápido de lo que podeos soñar, porque es una gran mujer optimista.

 

MP.: La pregunta que no podemos dejar de hacerle es ¿cuál es su mayor logro vital?

Y lejos de lo que pudiéramos imaginar, grandísimos éxitos profesionales, sociales, etc., lo que más le importan son las personas, y de nuevo es capaz de dejarte sin opciones para continuar, pues a pesar de que le espetamos a reconsiderarlo, dice de sí misma no ser un referente, o que al menos no puede verse así. Nos traslada más un estilo y nivel de profesionalidad y exigencia sobre una forma de trabajar, de un ideal de carrera, por hacer las cosas muy bien siempre que se pueda, y nos lo resume en la palabra 'excelencia'. Sin duda, su modestia y humildad brillan, pues se marca metas, que logra cumplir, pero que sólo le hacen ver cómo poder ser mejor para los suyos, increíble mujer. Cero vanagloria, ninguna necesidad de hacerlo ni de espaldas.

G. L.: Las personas de mi vida.

 

Mujer de mirada fija, sonrisa fácil, encantadora, no se cierra a ninguna de las cuestiones, incluso personales, o de poder entrelazadas con el poder que tiene la prensa, por su experiencia profesional, y que sin embargo, con una elegancia extraordinaria, y no lo decimos por sus zapatos fetiche ideales que siempre suele lucir, ni por su color de uñas de última tendencia, ni por su melena rizada y cobriza que la caracteriza, sino por su cultivado lenguaje, facilidad para ir de un tema a otro, todos con gran profundidad, y reflexivos, a la vez que esperanzadores, es capaz de alentar a ese cambio del que está segura de lograr, del que convence y del que la vemos participa de varias instituciones y logra movilizar para que el 50-50 un día sea realidad, por el talento y no por el género que ostentemos.

 

Así, ante la pregunta difícil, de qué ha cambiado en su vida tras la pandemia mundial de la COVID-19, la respuesta es fácil para ella.

 

G. L.: Cuidar más de las personas. Hacerlas felices. Rodearme de mi familia y amigos, gente que me inspira y me da y a quien quiero transmitir energía positiva. Cuidar los detalles, sonreír…

 

Yo diría que es en una palabra esencia de lo que ella es.

 

M. P.: Una última reflexión que emerge de nuestra charla, en realidad entre amigas, es la de cómo debemos o no prestarnos a la publicidad, venta, e invasión continua en nuestra vida privada, es decir, ¿necesitamos vender nuestra vida privada en redes para conseguir likes, para colocar nuestro producto, para llegar a un entorno que no se nos medirá por nuestra profesionalidad sino en función de unos valores decadentes propios de la prensa rosa o amarilla? ¿de lo que 'La vieja del visillo' hacía en la España profunda, a pesar de que en las grandes capitales Españolas los vecinos no se conocen ni tratan y en los que los núcleos rurales se vacían, las escuelas cierran porque no se plantean estrategias sobre la natalidad, que nos llevará a un imposible sistema de pensiones, ¿cuál es la clave? Sencilla y profunda a la vez, su palabra acertada es 'equilibrio'.

G. L. Porque vender la vida privada cuando lo que hago es un trabajo profesional.

 

Porque, siendo líderes de audiencia esos programas de 'antropología callejera', y los periódicos líderes en ventas son los deportivos, porque la política se ha convertido en mediocridad. Hemos pasado de un extremo al otro, y esa tampoco es la solución.

 

Para ella, la clave es la educación desde los inicios, y así hacer de los nativos digitales, nativos en igualdad. Que sepan entender que la posibilidad de aceptar que hombres y mujeres tienen igual valía y oportunidades, sin tener que mostrar nuestra vida cosificada a modo de producto y anuncio en redes sociales en una sociedad que tan solo se nutre de titulares pero que no es capaz de leer (ni tan siquiera los adultos) un libro completo porque la falta de concentración nos impide parar para respirar y conectar con nosotros mismos para mirarnos un poco y dar de nosotros lo que podríamos dar de sí, para hacer como ella hace, cambiar cada día nuestra sociedad con muy poquito, un solo grano de arena cada día, que mañana genere una playa de libertad.

 

Nos despedimos con una calurosa despedida con ganas de que podamos volver a vernos y con mil historias en el tintero que dejaremos para otros momentos. Sin duda, seguiremos escuchando hablar de una de las mujeres profesionales españolas que apostó por una sociedad más justa, más libre, más igualitaria, más personal.

 

Gracias, Gloria, por dejarnos conocer un poquito más de ti. Ella sigue con su vorágine laboral y nos marchamos con algún encargo para las empresarias de la Región de Murcia, la invitamos a venir a 'la Isla no Isla', de la que, si la visitas, nunca te querrás nunca ir.

 

Gracias, Gloria. ¡Nos sumamos al 50-50!

Un café con Gloria Lomana: "La ética cotiza cada vez más a la baja"