miércoles. 24.04.2024

Un café con Pepe Moreno (Jesús Abandonado): "Cada vez que toco el tambor, los empresarios murcianos aparecen"

Hace mucho que conozco a este caballero, todo un señor. Le he seguido de cerca en redes sociales y decidida me lanzo a conseguir un café de 20 minutos con la esperanza de poder conocerle más de cerca para dároslo a conocer en profundidad.

 

Aparece por la plaza Belluga con puntualidad extrema y de lejos al ver que yo le estoy esperando me mira sonriente. Tiene una amable sonrisa, y ojos vivos que mantienen todo el tiempo a su interlocutora, porque Pepe Moreno despierta en todos el alma de la infancia, y las ganas de ser un poco más ‘Jesús Abandonado’.

 

Lo primero que quiero es conocer su experiencia, su andadura, así que hago una pequeña introducción y guardo silencio porque es a él a quien quiero escuchar. Hablamos de un maestro de la economía, de las empresas, de las personas, de la caridad, de lo que él llama entregar amor. Y la cuestión es: ¿el tercer sector como es Jesús Abandonado llega a transformar a las personas, a las empresas, a la sociedad civil y cumple su misión, o apenas llega a lo imprescindible, dar cobijo y alimentar al hambriento?

 

Moreno responde con modestia sincera, cualidad que se extiende en todos nuestros entrevistados y ahora sé que no es casualidad. Rememora su comparecencia ante la Asamblea Regional, para poder dar la visión de las necesidades de los más vulnerables, de los que aún en el mundo occidental, en nuestra ciudad y Región, pasan hambre. De los que no tienen trabajo ni hogar, ni recuerdan algo que marca toda la entrevista, dignidad, y nos lo remarca porque dice que en esa comparecencia le basta con no entorpecer la misión de otros, y tan solo aspira a que se consiga la ‘Revolución pendiente’ y con grandísima calma y sabiduría me habla de la utopía, sabiendo que en Jesús Abandonado, “mañana daremos de comer”.

 

Hablamos también de su recorrido profesional. Me produce curiosidad cómo un hombre de banca se hace presidente de una fundación sin ánimo de lucro, que lucha por erradicar la pobreza.

 

Se disculpa porque cree que aburre su discurso, “los mayores decimos muchas cosas y yo no te quiero aburrir”, cuando en realidad me mantiene toda la entrevista como curiosa niña que no puede apartar la mirada de sus grandes ojos, y atenta a su tono suave de voz que con ilusión trae a recordar que tuvo a su cargo hasta 2.000 personas; que para él, tanto como ahora, las personas nunca fueron un número, y que hay que conocer a todos, y tratarles de uno en uno para ser capaces de estimular su mejor versión para que la empresa funcione de maravilla.

 

Habla con claridad sobre el sistema capitalista. Dice que es legítimo y obligatorio que la banca, como cualquier otra empresa, obtenga beneficios, que lo reparta entre sus accionistas… Pero se pregunta si la banca, tras la batalla ganada contra las cajas de ahorros, que ya descansan en paz, son lo suficientemente éticas como para legar a cubrir las necesidades de una persona que es incapaz de aguantar los requisitos para participar en el sistema, porque se le elimina del sistema capitalista.

 

Explica cómo murieron las cajas del sistema financiero español, y asegura que fue el día en que ‘el capitalismo’ advirtió que las pequeñas cajas afincadas en territorios concretos y muchas veces muy pequeños, lograban mover millones de euros en labor social, y llegaron a alcanzar más del 50% del capital del sistema, para darlo a quien lo gestionaba sin ánimo de lucro. Es decir, según Moreno, los bancos se percataron de que se les escapaba la mitad del negocio del pastel, y oprimieron a su sector hasta ahogarlo.

 

Nos cuenta cómo muchas pequeñas poblaciones de la Región se han quedado sin oficina, por las nuevas fusiones y la desaparición de las antiguas cajas, que cubrían el territorio de forma capilar no son capaces de llegar, y ojo, advierte, que “si yo ahora fuera banquero, tampoco apostaría por su apertura, pues dejaría de ser rentable, y lo que debe hacer la empresa como primera obligación es dar beneficios”.

 

- Usted habla del balance social, ¿hacían hace 40 años Responsabilidad Social Corporativa en las cajas de ahorro, y con las fundaciones adheridas a las cajas?

- Tú no habías nacido cuando se hablaba de esto en las empresas, efectivamente así es. Las empresas aportan a la sociedad mucho de lo que la sociedad les da, pagan impuestos (muchos) que permiten al Estado la mejora de las ciudades y de las infraestructuras para toda la población, cuidan de sus trabajadores, con su salario y por la apuesta por la dignidad que reporta en sí el trabajo, y si hacen bien su labor empresarial, pueden incluso aportar más moral a la sociedad, a fin de cuentas, en la cuenta de resultados no solo puede hablarse del debe y del haber, sino que han de contemplarse esta parte intangible que las empresas aportan, y devuelven por el beneficio que la propia sociedad les ha otorgado.

 

- Volvemos a la ruptura del sistema capitalista, ¿por qué ocurre esta dicotomía entre empresarios y trabajadores?

- Sólo hacemos mal nuestro trabajo cuando olvidamos la misión de nuestra empresa, y en este caso, la misión de Jesús Abandonado es dar de comer al hambriento y cobijo al sintecho. Pero, lo más importante, llevar dignidad a los hombres y mujeres que creen que la han perdido. A mí me gustan mucho las palabras que lo recogen bien, vivir la caridad, es decir, amar a otros.

 

A ambos nos brillan los ojos, la emoción nos cubre los ojos, y soy capaz de afirmar que Jesús Abandonado, liderada por Pepe Moreno, y los grandes empresarios que le acompañan en su patronato, junto al equipo directivo que trabaja en la entidad, viven esta virtud cada día. El valor de atreverse a amar a los demás, sin esperar nada a cambio. "Esa -nos cuenta- es la esencia de Jesús Abandonado, y la esencia que toda empresa debiera no olvidar: trabajar en la misión original de cada empresa nos hará auténticos y nos distinguirá del resto". Sin duda ellos lo han conseguido.

 

- Cuéntenos algún ejemplo claro de dignidad, ¿cómo alguien se borra de Jesús Abandonado, porque es capaz de encontrar un trabajo, un hogar, unos compañeros de viaje?

- Nuestra gran ilusión sería quedarnos sin clientes, sin necesidad de hacer nuestra labor, porque eso supondría que ningún murciano pasa hambre, que no hay nadie que no quiera venir a dormir a nuestras casas, a nuestras literas, a nuestras pensiones que en las noches de cero grados alquilamos por entero para que nadie se quede en las calles sino lo desea.

 

Nos habla de los talleres, pequeños cursos de oficios tradicionales, que dan ocupación a los que se han olvidado ya de hacerlo porque han sido expulsados del sistema, y que no deben integrarse sino dignificarse, nos remarca. Pone el ejemplo un empresario, con negocios internacionales, que se ve abocado a la ruina y lo pierde todo hasta ser cliente de Jesús Abandonado. Ellos le muestran el teatro y zas, su espectáculo logra llegar a plazas como Huelva, Madrid y por supuesto Murcia, y es que este señor recibió dos cosas: el trabajo y el aplauso. Sus ojos vuelven a empañarse, y es que conoce a cada uno de sus beneficiarios, que amigablemente llama clientes, pero son en verdad amigos, quizá por su origen empresarial le afecta más su caída, y agrada más su remontada.

 

- ¿Cómo es la acogida de las empresas murcianas a Jesús Abandonado?

- Nosotros tocamos el tambor y la respuesta siempre, siempre es fabulosa. Tenemos unos empresarios que son capaces de dar más de lo que pedimos, una de esas campañas que compartimos en redes sociales fue la de necesidad de sacos de dormir para lo que necesitaran, el siguiente mensaje fue, por favor, ya no necesitamos más sacos de dormir. Su respuesta humana es excelente, y quiero remarcarlo así, porque eso de empresario malo no es cierto, el empresariado murciano es de un talante inmedible, y siempre que les necesitamos bailan al son de nuestra música, y de nuevo quiere agradecer esa ayuda.

 

- Vamos terminando porque comienza a llegar su equipo y parte del patronato a fin de preparar su reunión de cada mes, dos preguntas enlazadas, ¿de qué se siente más orgulloso y qué quiere dejar realizado antes de partir?

Le cuesta trabajo señalar su gran carrera profesional, o la excelente labor que ha realizado en Jesús Abandonado; alaba la herencia recibida de sus anteriores presidentes, y finalmente bordea la respuesta alabando el buen hacer de las empresas cuando las necesitan y donan el dinero necesario para llegar a cumplir su misión.

 

Lo que sí sabe perfectamente es qué querría erradicar, “la falta de vivienda lo primero”, señala que cuando un usuario de sus viviendas de Jesús Abandonado se le ‘escapa’ es porque han conseguido su misión, devolverles la dignidad, el trabajo, la formación, el hogar, el respeto que toda persona merece.

 

Y podríamos seguir hablando de los detalles maravillosos que me regaló en estos 20 minutos, de según él, café solo y aburrido, de un señor mayor al que le gusta hablar, y se divierte, cuando atentamente me quedo literalmente embobada de su sabiduría, experiencia de vida, e impactada con una sonrisa, pues todo lo que trae a colación es genialidad, y plenitud de una vida cumplida de servicio a los demás, y que dice, dejará de estar allí donde le pidan, si no le permitieren hacer eso que más le gusta, amar a los demás.  

 

Un café con Pepe Moreno (Jesús Abandonado): "Cada vez que toco el tambor, los...