El comercio global, en declive: el comercio cae en las principales economías

El comercio global se encuentra en una fase de desaceleración notoria, marcada por una caída en los volúmenes comerciales a niveles no vistos desde el inicio de la pandemia. 

Este declive se atribuye a varios factores, incluyendo un aumento de la inflación, subidas de tipos de interés y un cambio en los patrones de gasto del consumidor, que tiende al gasto en la economía nacional.

La inflación al alza es uno de los principales factores que contribuyen a la disminución del comercio global. En un intento por combatirla, los bancos centrales de todo el mundo han implementado subidas de tasas de interés, lo que, a su vez, ha reducido el gasto del consumidor y debilitado la demanda de exportaciones. La contracción en los volúmenes comerciales observada en julio refleja claramente el impacto de estas medidas.

Durante la pandemia, se produjo un auge en la demanda de exportaciones de bienes a nivel global. Sin embargo, a medida que las economías se reabrieron y los confinamientos se relajaron, se registró un cambio en el gasto del consumidor hacia productos y servicios locales.

Este cambio ha resultado en una disminución en la demanda de bienes importados, lo que ha contribuido aún más a la desaceleración del comercio mundial.

La disminución en los volúmenes comerciales está siendo generalizada, afectando a grandes economías como China, la Zona Euro y Estados Unidos. China, como el mayor exportador mundial de bienes, experimentó una caída anual del 1,5% en las exportaciones, mientras que la Zona Euro y Estados Unidos registraron contracciones del 2,5% y 0,6%, respectivamente.

En cuanto a las proyecciones futuras, firmas como CPB o Capital Economics, anticipan que los volúmenes de exportación de la Zona Euro se mantendrán estables en el año, lo que representa una importante revisión a la baja respecto a la previsión inicial de una expansión del 2%. Aunque no se esperan nuevas subidas de tipos de interés en el corto plazo, los bancos centrales son reacios a reducir los costes de endeudamiento hasta que exista evidencia de que las presiones de precios subyacentes se han contenido, lo que continuará afectando más a las
exportaciones.

Además de los factores económicos, las tensiones geopolíticas y las restricciones comerciales también han tenido un papel importante en la limitación de las ventas de exportación desde 2018. La OCDE ha advertido sobre la fragmentación geoeconómica y el enfoque hacia políticas comerciales proteccionistas que podrían reducir los beneficios del comercio global y afectar negativamente a los estándares de vida, especialmente en los países y hogares más pobres.

En resumen, el comercio global se enfrenta a una desaceleración significativa, impulsada por la inflación, las tasas de interés y cambios en los patrones de gasto del consumidor. La comunidad económica está atenta a la evolución de estos factores y cómo podrían afectar aún más al comercio mundial en el futuro cercano.