domingo. 23.03.2025

Turkmenistán y Turquía firman un acuerdo histórico para el suministro de gas natural

Este acuerdo representa un avance significativo en la seguridad del suministro energético de Turquía.
Imagen creada con IA. (AA Consulting)
Imagen creada con IA. (AA Consulting)

Turkmenistán y Turquía han dado este martes un paso clave en el sector energético con la firma de un acuerdo entre la compañía estatal turkmena Turkmengaz y la Corporación de Oleoductos y Gasoductos de Turquía (BOTAŞ) para el suministro de gas natural. Según lo anunciado por el ministro de Energía y Recursos Naturales de Turquía, Alparslan Bayraktar, el flujo de gas turkmeno hacia Turquía comenzará el 1 de marzo de 2025.

Este acuerdo representa un avance significativo en la seguridad del suministro energético de Turquía. No obstante, quedan detalles cruciales por esclarecer, como el volumen exacto del gas a importar, la política de precios y los términos de tránsito a través de Irán, un aspecto que implica riesgos geopolíticos importantes.

El ministro turco de Energía y Recursos Naturales, Bayraktar, había mencionado anteriormente la posibilidad de importar 2.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas natural anualmente desde Turkmenistán, lo que equivale a aproximadamente una quinta parte del gas importado desde Irán.

Uno de los factores determinantes para la viabilidad de este suministro es el precio del gas. Desde 2001, el alto coste del gas iraní ha sido una cuestión que ha llevado a los turcos a buscar fuentes alternativas, así como por invertir en la exploración de posibles bolsas de gas dentro de sus aguas territoriales, por lo que la competitividad del precio del gas turkmeno será clave para su aceptación en el mercado turco.

La ruta más factible para el transporte del gas turkmeno hacia Turquía es a través de la infraestructura existente en Irán. Sin embargo, esta opción presenta serios desafíos. Irán ha mostrado dificultades para garantizar el suministro continuo de gas a Turquía durante los meses de invierno debido al aumento de la demanda interna y a su propia crisis energética.

Además, el país persa se encuentra bajo sanciones internacionales y enfrenta la posibilidad de conflictos en la región, lo que podría afectar la seguridad del tránsito del gas. Aunque se ha barajado la posibilidad de un gasoducto a través del mar Caspio que conecte Turkmenistán con Azerbaiyán y Georgia antes de llegar a Turquía, esta opción no está actualmente en la agenda debido a sus elevados costes y los obstáculos políticos impuestos por Rusia e Irán, ya que les podría comprometer aún más su posición en mercados como el europeo.

Turquía mantiene desde 1996 un acuerdo con Irán para el suministro de 10 bcm de gas anuales, el cual expira en 2026. Actualmente, las negociaciones para renovar dicho acuerdo están en marcha, con el objetivo de asegurar condiciones más favorables para Turquía.

En este contexto, la llegada del gas turkmeno podría influir en las negociaciones con Irán, que posiblemente haya incluido cláusulas para evitar perder su cuota de mercado en Turquía frente a la nueva competencia.

Turquía es uno de los países que paga los precios más altos por el gas iraní. Mientras que el coste del gas en Turquía se situó en torno a los 12-14 dólares por mil metros cúbicos en 2024, en Europa los precios alcanzaron los 15-16 dólares (ya que el conflicto Rusia-Ucrania ha llevado al continente a optar por fuentes más lejanas y caras) y en Estados Unidos oscilaron entre 2,5 y 3 dólares, gracias a su producción interna.

Dado que el gas natural licuado suele ser más costoso que el gas de gasoducto, Turquía podría beneficiarse significativamente si el precio del gas turkmeno resulta competitivo y sostenible en el tiempo, suministrando el mercado europeo, que se nutre actualmente en mayor medida de gas natural licuado procedente de EE.UU.

Actualmente, Turquía importa unos 50 bcm de gas anuales, principalmente desde Rusia (39%), Irán (18%), Azerbaiyán (16%), EE.UU. (10%, en forma de GNL) y Argelia (10%, también en GNL). Por su parte, Turkmenistán exportó en 2023 alrededor de 72 bcm de los 94 bcm producidos, con China como su principal comprador (77%), seguido por Rusia (16%) y Uzbekistán (7%).

La llegada del gas turkmeno podría representar un punto de inflexión para la seguridad energética de Turquía. Si el suministro resulta fiable y estable, no solo fortalecerá la posición de Turquía en el mercado energético, sino que también podría abrir oportunidades para la exportación de gas hacia la Unión Europea a través del gasoducto TANAP.

Turkmenistán y Turquía firman un acuerdo histórico para el suministro de gas natural