INVESTIGACIÓN

El atún rojo de acuicultura posee mayor porcentaje de ácidos grasos cardiosaludables

Así lo indica un estudio de la Asociación Empresarial de Acuicultura de España

La investigación cuenta con la colaboración de la Universidad de Murcia y del Instituto Español de Oceanografía, y ha sido realizada por Taxon en las instalaciones de Ricardo Fuentes

El atún rojo criado en las granjas de acuicultura presenta un porcentaje más alto en ácidos grasos cardiosaludables que los ejemplares recién capturados. Esta es la principal conclusión que ha revelado el estudio preliminar que, sobre esta especie, ha impulsado la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (APROMAR-OPP30) y que ha sido realizado por Taxon Estudios Ambientales en las dos instalaciones de engorde de atún rojo que el Grupo Ricardo Fuentes tiene en la Región de Murcia.

 

En el proyecto, además, han colaborado los doctores Diego Romero, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia y Aurelio Ortega, del Instituto Español de Oceanografía.

 

El atún rojo, contiene los saludables ácidos grasos poliinsaturados Omega-3, que son importantes para el correcto funcionamiento del sistema cardiovascular. Además, contienen otros nutrientes esenciales que junto a una dieta saludable y el ejercicio, nos mantienen protegidos de ciertas enfermedades.

 

El principal objetivo del estudio ha sido conocer la evolución del valor nutricional de estos peces una vez que son criados en los viveros en el mar, concretamente con relación a la composición en ácidos grasos Omega-3. Para ello se han analizado muestras de músculo de ejemplares capturados en la campaña de pesca de 2021 en el Mar Mediterráneo, junto a las Islas Baleares, y posteriormente de ejemplares estabulados en viveros situados en San Pedro del Pinatar y en El Gorguel. Dichos ejemplares fueron alimentados con el mismo tipo de dieta durante el periodo de engorde.

 

La evaluación realizada —entre el grupo de atunes recién capturados y los que llevaban 6 meses de engorde— ha determinado que, para ambas localizaciones, el porcentaje de ácidos grasos poliinsaturados aumenta con el tiempo de engorde, lo cual “constituye un dato de gran interés alimentario, al ser éstos los más cardiosaludables”, explican los participantes en el estudio.