Nadie es profeta en su tierra; la célebre cita bíblica se cumple cuando hablamos de los quesos con Denominación de Origen Protegida (DOP) Murcia. La asignatura pendiente de esta exquisita elaboración murciana sigue siendo el mercado local, pero no se debe a que el producto no guste, sino que la razón reside, simplemente, en que nuestros quesos no son conocidos en nuestra tierra, a excepción del queso de Murcia fresco.
La producción de los tres tipos de quesos que gozan de la DOP Murcia (fresco, al vino y curado) lleva varios años creciendo a un ritmo del 10 por ciento anual y en 2021 superó la cantidad de 1.300.000 toneladas, según consta en la memoria de actividades del Consejo Regulador Quesos de Murcia. La mayor parte de la producción corresponde al queso fresco (670.000 toneladas), seguido del queso al vino (610.000) y el curado (30.000).
Al pódium de los quesos murcianos se sube por méritos propios el queso al vino, que desde hace varios años ostenta el título de ser el segundo queso más exportado de España. No en vano, el 76% de la producción de esta variedad se vende en Estados Unidos, especialmente en California, Nueva York y Washington, donde está considerado un producto gourmet.
La cabra tiene el secreto
Es evidente que el buen hacer de los queseros artesanos de la Región de Murcia es fundamental para la elaboración de estos manjares, sin embargo la medalla hay que colgársela a la cabra. Según explica el presidente del Consejo Regulador Quesos de Murcia, Adolfo Falagán, “está reconocido científicamente que la raza murciano-granadina es el tronco lechero más importante del mundo”; es la cabra que más cantidad y calidad de leche produce, sobre todo en entornos de clima caluroso y árido. Además se trata de una leche con gran rendimiento a la hora de elaborar queso debido a sus altas tasas de proteínas y grasas.
En la actualidad hay 8 queserías que producen quesos con DOP Murcia situadas en Moratalla, Caravaca de la Cruz, Cartagena, Bullas, Jumilla, Lorca, Águilas y Calasparra. Todos los quesos de esta D.O incorporan la denominación ‘Queso de Murcia’ en su identificación. El queso fresco se comercializa inmediatamente después de su elaboración y, por sus propias características, sólo se distribuye en el mercado nacional. El queso al vino se elabora tras 45 días de curación, mientras que el queso curado sale a la venta 4 meses después de haber sido elaborado.
