viernes. 26.04.2024

Recuerdos a la familia

Un año más la empresa familiar sacó músculo y demostró que, pese a la pandemia, sigue en un gran estado de forma en la Región. Impresionante, una vez más, la gala de Amefmur celebrada el viernes pasado. Los más fieles dirán que todos los años digo lo mismo, pero es que es verdad. Pocas instituciones tienen el poder de convocatoria y el poder de organización que demuestra anualmente Amefmur, capitaneada por un excelente presidente como es José María Tortosa, con su directiva, que funciona como un resorte bien engrasado, y su equipo con una gran profesional como Paqui Martínez al frente, con la inestimable ayuda de Teresa Díez.

 

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No por sabido resulta menos emocionante. Los hermanos Martínez Miralles, David, Jaime y José María, recibieron el premio Herentia, el ‘gordo’ de la noche, en nombre de su empresa y de su familia, Grupo Caliche. Fue especialmente entrañable el abrazo en el que se fundieron los tres hermanos tras recoger el premio en el escenario.

 

Merecidísimo galardón. Este año el jurado (del que me siento orgulloso de formar parte) distinguió a una familia empresaria que tomó el relevo del padre y fundador y ha llevado a la compañía a unos límites insospechados, con una brillante hoja de servicios y un esplendoroso futuro por delante, con proyectos ambiciosos y con la tercera generación ya incorporándose a la gobernanza.

 

Pero, además, se trata de una empresa que tiene muy interiorizada la gestión responsable, basada en criterios de sostenibilidad, de igualdad de oportunidades y que sabe que su principal capital es el humano. Merecidísimo premio, insisto.

 

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Anualmente, la gala de la empresa familiar tiene un ‘no sé qué que qué se yo’ que la convierte en un acontecimiento distinto a cuantos se celebran en la Región. Yo siempre bromeo diciendo que en esta celebración no se hace networking, se dan recuerdos a la familia. Realmente hay tiempo para las dos cosas, pero ya me entienden. En esta gala como en ninguna otra se pronuncian con la misma soltura palabras como tío, sobrino, padre, madre, hijo o primo con otras como CEO, CTO, COO y otras así.

 

Las caras empiezan a ser distintas en estos eventos. Las caras largas y de preocupación van dejando paso a alguna que otra sonrisa que se atisba cuando la gente se quita un momento la mascarilla para dar un sorbo a la Coca-Cola. Parece que los ojos brillan más y las conversaciones ya no se centran tanto en lo que hemos perdido sino en lo que se puede recuperar. Síntoma de que ya llueve menos y de que las cosas ya no van tan mal. E incluso a veces van bien.

 

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No sé si es cosa mía o ustedes también lo piensan. Me da la sensación de que la vida ha vuelto de golpe. No sabría decir si sucedió a finales de octubre o a primeros de noviembre, pero lo cierto es que de repente el mundo ha vuelto a girar a la misma velocidad de antes, todos andamos tan liados o más que estábamos a finales de febrero de 2020 y la agenda del móvil suena a cada rato avisándote de que tienes un evento, una reunión o algo que hacer. Imagino que es buena señal, de que las cosas vuelven a la normalidad.

 

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Después de estos casi dos años tan raros, en Murcia Diario hemos pensado que es el momento de preguntarles cómo están. Cómo les ha ido en la pandemia, cómo han visto lo que han hecho nuestros dirigentes y cómo miran al futuro. Por eso hemos lanzado ‘El Pulso de la Economía Regional’. Se trata de una consulta popular que pretendemos que sea un reflejo transversal de todos los que tienen algo que decir en el mundo de la economía y la empresa de la Región de Murcia. Este medio es consultado a diario por empresarios, pero también por directivos y empleados de alta cualificación. También nos siguen en las universidades, tanto profesores como estudiantes de carreras económicas, y profesionales liberales, como abogados, economistas o gestores administrativos. Creemos que ese puede ser precisamente el gran valor de esta ‘toma de pulso’: una visión diversa, pero cualificada, de la actualidad económica regional. Por eso me tomo la libertad de invitarles a participar en esta gran consulta: que su voz no se quede sin ser escuchada.

Recuerdos a la familia