La primera sería la recuperación salarial. Tengamos claro que si no hemos tenido hasta el momento un incremento de sueldos ya no va a aparecer. La digitalización de servicios tiene culpa en buena parte. Cualquier elemento digital que nos ayuda a ser más productivos o a tener una vida más cómoda implica que determinados puestos de trabajo sean prescindibles. Y pongo dos ejemplos. Para empezar ya no viajamos tanto por motivos de trabajo ya que podemos tener conferencias via Skype. Por otro lado cada vez compramos más por Amazon y vamos menos a tiendas físicas.
El segundo aspecto a tener en cuenta es la euforia del consumo que se está produciendo. Las financieras se están poniendo de nuevo las botas gracias a los pagos aplazados de muchas compras. Y pasemos a otra euforia, la inmobiliaria. Cada vez está mas extendida la sensación de que tenemos que comprarnos vivienda antes que alquilar por que con los bajos intereses las cuotas son más bajas y sale más rentable. Cuidado con ello por que al firmar una hipoteca tenemos que asumir que la vivienda es del banco mientras el préstamo esté vivo. Aprendamos de crisis anteriores y tengamos mucho cuidado con comprar solo por el hecho de que la cuota es ahora más rentable que un alquiler.
Me preocupa también la evolución del sector del automóvil por su importancia en la economía. Cuando empezó la recuperación económica en 2013 el sector empezó a incrementar sus ventas. Hace ya meses que estas se han estancado o se reducen y las previsiones apuntan a algo similar en 2019. La gente está despistada con el cambio de modelo energético y no sabe si comprarse, eléctricos, diesel, híbridos...
Mucho ojo también con el estrangulamiento de las pymes a nivel impositivo. Hago un llamamiento a todos los políticos para que bajen la presion fiscal que padece el autónomo o preuqueño empresario y que pueden conducir al cierre de muchas pequeñas empresas. Con menos impuestos estimularemos el consumo, generaremos más impuestos indirectos, las empreses tendrán que produir más y contratar a más gente.
Vayamos a Europa. La expansión apoyada por el Banco Central Europeo se acaba ya que este organismo no comprará más deuda. Veremos como asumen esta circunstancia paises como España o Portugal. ¿Seremos capaces de mantener niveles de rentabilidad de nuestro bono estables sin la ayuda del BCE? Si la respouesta es no, tendremos una tormenta financera imporatante.
Miremos también hacia América. El Down Jones nos afecta y mucho. Aunque no inviertas en bolsa en Estados Unidos su evolución nos condiciona. En un día se negocian allí 300.000 millones de dolares que es cien veces mas de lo que se negocia en España. Esto representa el 40% de la capitalización mundial. Puede haber una corrección importante del Down Jones que afectará al ahorro de millones de españoles que tienen sus ahorros en bolsa.
No olvidemos tampoco a China. Hay 600.000 millones de dolares en acciones chinas que estan ignoradas. Si bajan estas acciones se producirá un efecto bola de nieve que podría acrecentar la tormenta bursatil que podemos vivir en 2019.
No hay análisis actual de peligros sin el Brexit. Si el escenario final es un bréxit duro esto será terrorífico para la economía mundial. Esperemos que el Reino Unido entienda la trascendencia de su decisión y se llegue a un acuerdo y todo pinte mejor que ahora.
No podemos pasar por alto la inestabilidad política en España. El dinero es muy cobarde y si no se visualiza una estabilidad política el capital extranjero no entrará. Veremos como lidiamos la fragmentación del mapa politico españool y como comunicamos al mundo que somos país estable y sin golpes de timon que no generen intertidumbre en los inversores.
Como véis tenemos un panorama muy complejo. Me gustaría francamente equivocarme en todo pero personalmente pienso que vienen momentos de repliegue de posiciones en los que la mejor inversión es tener liquidez, ser precavidos y verlas venir.