El Puerto de Cartagena ha dado el sorpaso a su homólogo de Bilbao y ya se ha convertido en el cuarto de España en el movimiento de mercancías; crecimiento del tráfico de los de graneles sólidos y el impulso ha sido el tráfico de graneles líquidos.
Este crecimiento ha tenido un efecto rebote en los números generales del tráfico de mercancías en los puertos de España, que los sitúan a fechas anteriores al covid.
Cartagena, según los datos de Puertos del Estado, ha batido su propio récord -36 toneladas movidas- haciéndose hueco entre los cinco mejores puertos, en el top 5, concretamente ese merecido cuarto puesto por delante de Bilbao y Tarragona.
Sin duda, uno de los elementos que han influido en este incremento del tráfico de graneles sólidos ha sido los efectos de la invasión de Rusia en Ucrania. Cartagena ha disparado este segmento un 24% por el movimiento de cereales y harinas. Hay que recordar que en el caso de los cereales, estos provienen también de Brasil y Estados Unidos.
Por otra parte, también goza de muy buena salud el tráfico de graneles líquidos, que creció el pasado año, moviendo más de 180 toneladas. A estos números en el campo industrial, el puerto de Cartagena ha consolidado su papel como puerto de cruceros, creciendo exponencialmente la llegada de turistas a la ciudad trimilenaria.
Esto sumado a la capacidad de almacenaje del puerto de 170.000 toneladas en las 14 naves que poseen las empresas consignatarias Ership, TMC, Bergé y Bunge, su posición geoestratégica que lo sitúa como entrada natural de las mercancías, ser el puerto con las tarifas más rentables y con una agilidad en las operaciones portuarias que permite atender a los buques más grandes del mundo, hacen posible que Cartagena siga ganando en competitividad y eficiencia frente a otros puertos españoles.
