Hacia un futuro más digitalizado
Respondiendo al eco que se expande alrededor del mundo, España también ha asumido que la digitalización de la sociedad es ya una realidad. Fruto de un presente, y por ello un futuro, cada vez más interconectado, tanto el consumidor como la empresa han aprendido que la red es ya un recurso vital e inevitable al que todos habremos de pertenecer. Y, para ello, la relación de ambos debe adaptarse a este floreciente hábitat.
Entre otras, el marketing digital refleja bien las nuevas tendencias de consumo y sociedad en el país. Con agencias como Eskimoz, una empresa SEO y de marketing digital que utiliza herramientas profesionales como SISTRIX entre otras, bajo el objetivo de destacar en la competitiva esfera del negocio online. Una misión cuyo grueso de inversión en España proclama el imbatible auge de la transformación digital.
El peso del marketing digital en España
Según Statista, el año pasado la inversión en marketing en España ascendió hasta los 26.416 millones de euros. Destinando la inversión a la publicidad, la comunicación y la promoción y, con ello, aglutinando por lo menos más de 118.000 trabajadores en el sector. Sin embargo, el marketing digital se ha impuesto ante la inversión publicitaria, en constante caída, destinada a los medios de comunicación más convencionales.
De este modo, la inversión en publicidad en los periódicos ha caído un 37% desde 2019, pasando de los 511,8 millones de euros anuales a 344,9 en 2021, y a más de la mitad desde 2011, cuando la inversión superaba los mil millones. De igual modo, la cifra se ha reducido en un 21% en el medio radiofónico, poco a poco y con altibajos, pasando de los 524,9 millones de euros en 2011 hasta los 415,4 el año pasado.
Por el contrario, y ganando cada vez más peso, la inversión en publicidad digital en el país creció un 14% entre 2020 y 2021, pasando de los 2.100 millones anuales hasta los más de 2.400 millones el año pasado. Echando la vista diez años atrás en el tiempo, casi triplicándose desde 2012, cuando el gasto anual de la inversión apenas superaba los 880 millones de euros. Y, con ello, centrándose también en la transformación digital.
El salto a lo digital sigue sumando filas
Parte de la causa de esas inversiones millonarias en el medio virtual toma como origen la ascendente transformación digital de la sociedad española. Tanto por parte de las empresas consolidadas y startups como del consumidor y/o ciudadano de a pie. Siendo de especial interés el cambio en los hábitos de consumo del individuo. Donde entra de lleno el contenido y ecosistema digital donde las nuevas empresas más se proyectan.
De hecho, según el gobierno murciano, la Región de Murcia incrementó en un 13% la inversión en empresas emergentes durante 2021. Con un total de 17 inversiones que, registró el Observatorio de Inversión en Startups, superaron los 14 millones de euros. Y, además, de la mano de esta inyección económica centrada en el progreso, el salto a la transformación digital también ha seguido creciendo imparablemente en la Región.
El año pasado, según los datos de este mes del Centro Tecnológico de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Región de Murcia, cerca del 74% de las empresas regionales de 10 o más empleados tenían página web. Porcentaje que representa un crecimiento del 4% respecto al mismo periodo en 2020. Y, con presencia en la red, deberán incorporar el plano digital a sus estrategias de marketing actuales.
¿Cuál es el objetivo del marketing digital?
Como sucede en cualquier estrategia de marketing, su desarrollo en el plano digital tiene como objeto fidelizar clientes y atraer a nuevos al negocio. Sin embargo, aquí toda la serie de estrategias emplean la virtualidad como terreno de juego. Poniendo en el foco elementos como el branded content, el emailing o el posicionamiento SEO. Es decir, en interpelar al usuario y sus costumbres desde la experiencia por encima del producto.
En cualquier caso, un arsenal estratégico que pretende combatir el intenso y masificado mundo de Internet. Es decir, ganar presencia y visibilidad en la red, aparecer primero en el motor de búsqueda y, sobre todo, hacerse atractivo para el usuario digital. Porque existir en Internet, aunque sea paradójico, es ya el único modo de existir fuera de él.
