sábado. 27.04.2024

En un contexto en el que una gran parte de las empresas todavía no se ha recuperado de los estragos de la crisis sanitaria, ha llegado un nuevo desafío que amenaza su viabilidad y flujo de caja: la inflación. Según la nueva edición del Informe Europeo de Pagos de Intrum 2022, presentada esta semana a nivel internacional, el 51% de las compañías de la Región de Murcia reconoce que esta problemática está limitando su capacidad para hacer crecer el negocio y aprovechar nuevas oportunidades. A nivel nacional, este porcentaje asciende al 55%.

 

Según el informe de Intrum, el 58% de las organizaciones murcianas (el 54% en España) reconoce no tener capacidad para satisfacer la demanda de subidas salariales de sus trabajadores ante la elevada tasa inflacionista. Además, el 64% sitúa a esta problemática como la razón principal de, en ocasiones, haberlo tenido difícil para pagar a tiempo a sus proveedores. Este porcentaje, que a nivel nacional es del 61%, explicaría que el 76% de las compañías de la Región de Murcia indique haber recibido la petición de aceptar plazos de pago más largos. Una cifra que en el total del país también es del 76%.

 

Tal y como indica este estudio, que analiza la salud financiera y las previsiones económicas de las empresas de 29 países de toda Europa, la razón principal de esta afirmación es que un 60% no cuenta con la experiencia y capacidad necesarias para gestionar correctamente el impacto de la inflación en su empresa.

 

En España, la cifra es del 51%, lo que sitúa a nuestro país en una posición destacada en Europa, ya que es el segundo con menos organizaciones sin experiencia y capacidad para afrontar las consecuencias empresariales de la subida de precios. En concreto, estaríamos solo por debajo de Alemania (49%) y siete puntos mejor que la media europea (58%) y de otros mercados como Italia (60%), Francia (57%) y Reino Unido (54%).

 

Con la inflación, muchas empresas están viendo peligrar su margen de beneficios por la pérdida de clientes a causa del aumento del precio de sus propios productos, o por el incremento de sus costes empresariales. Una situación que, a su vez, repercute en dos de sus principales activos de valor: empleados y proveedores.

 

“La inflación tendrá un impacto directo en la capacidad de las empresas para afrontar sus pagos a tiempo, y por tanto el incremento de la morosidad, lo que supone un riesgo real para el crecimiento del entramado empresarial. Esto representa un enorme desafío para las compañías que deberán establecer, entre otras medidas, mecanismos para reducir los periodos de pago de sus clientes", afirma José Luis Bellosta, director general de Intrum en España.

Más de la mitad de las empresas de la Región reconoce que la inflación frena su...