sábado. 27.04.2024

La acumulación de fenómenos climáticos adversos, costes elevados de los insumos y diversos problemas relacionados con el mercado y el comercio han hecho que la Comisión Europea proponga movilizar financiación adicional para los agricultores. El nuevo paquete de ayudas constará de 330 millones de euros para 22 Estados miembros. Además, los Estados miembros han aprobado el paquete de ayudas de 100 millones de euros para los agricultores de Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia presentado el 3 de mayo. Otras medidas, incluidas la posibilidad de mayores anticipos, ayudarán a los agricultores afectados por fenómenos climáticos adversos. 

Los agricultores españoles se beneficiarán 81 millones de euros de esta ayuda excepcional con cargo al presupuesto de la PAC. Además, los países podrán complementar esta ayuda de la UE hasta un 200% con fondos nacionales. Los Estados miembros habían compartido con la Comisión evaluaciones de las dificultades a las que se enfrentan sus respectivos sectores agrícolas. La medida será votada por los Estados miembros en una próxima reunión del comité de la organización común de mercados agrícolas. 

Las autoridades nacionales distribuirán la ayuda directamente a los agricultores para compensarles por las pérdidas económicas debidas a las perturbaciones del mercado, las consecuencias de los elevados precios de los insumos y la rápida caída de los precios de los productos agrícolas y, en su caso, por los daños causados por los recientes fenómenos climáticos, especialmente agudos en la Península Ibérica e Italia. La ayuda también puede financiar el sector vinícola para evitar un mayor deterioro del mercado del mismo. 

Los pagos correspondientes a ambos paquetes de ayudas deberán efectuarse antes del 31 de diciembre de 2023. Los Estados miembros afectados tendrán que notificar a la Comisión los detalles de la aplicación de las medidas, en particular los criterios utilizados para calcular la ayuda, el impacto previsto de la medida, su evaluación y las medidas adoptadas para evitar el falseamiento de la competencia y la compensación excesiva. 

Además de estas ayudas financieras directas, la Comisión propone autorizar anticipos más elevados de los fondos de la PAC. Hasta el 70% de sus pagos directos y el 85% de los pagos de desarrollo rural, relacionados con la superficie cultivada y el número de animales, podrían estar a disposición de los agricultores a partir de mediados de octubre para mejorar su situación de tesorería. Los Estados miembros también tendrán la posibilidad de modificar sus Planes Estratégicos de la PAC para reorientar los fondos de la PAC hacia inversiones que restablezcan el potencial de producción tras la destrucción de cosechas, la pérdida de animales y los daños sufridos por instalaciones, maquinaria e infraestructuras debido a fenómenos climáticos adversos. Las modificaciones introducidas por los gobiernos nacionales en ese marco no se contabilizarían en el número máximo de modificaciones permitidas. Del mismo modo, también se concede flexibilidad en la aplicación de los programas sectoriales del vino y las frutas y hortalizas. Esto permitirá a los beneficiarios adaptar mejor sus medidas a la situación actual del mercado. 

El sector agrícola se encuentra bajo presión desde la pandemia de Covid-19 y la subida de los precios de la energía y los insumos agrícolas, como los fertilizantes, tras la agresión rusa a Ucrania. Además de esta evolución económica general adversa, la Península Ibérica ha sufrido una sequía, mientras que algunas regiones italianas se vieron afectadas por inundaciones excepcionalmente graves. Estos fenómenos meteorológicos extremos están causando daños a la producción agrícola local y a las infraestructuras. La Comisión ha analizado las solicitudes de ayuda enviadas por los Estados miembros, que justifican el importante paquete de ayudas de este martes. 

La Comisión propone movilizar 430 millones de euros adicionales para el sector agrario