viernes. 26.04.2024

El sector editorial es uno de los pocos que vio su actividad multiplicada durante las peores fases de la pandemia. En 2020, los informes de hábitos de uso del libro en España registraron un incremento del 51% del tiempo medio diario dedicado a la lectura. El final de los confinamientos en 2021 no ha revertido esa situación. En el último ejercicio, según cifras de la patronal, se han registrado crecimientos en todos los segmentos, excepto en el del libro de texto no universitario. En este contexto, de acuerdo con los datos que ofrece Insight View, solo el 15% de las editoriales se encuentra en niveles elevados o máximos de riesgo de impago, frente al 72% que presenta valores bajos o mínimos. 

Los datos de Insight View muestran que el sector ha logrado sostener otros ratios importantes, como los de solvencia (1,8),liquidez (1,6) y tesorería (1,3). El peor comportamiento financiero se registra entre las editoriales fundadas en la última década. El alto riesgo de impago afecta al 19% de las editoriales en este segmento. Entre aquellas firmas entre los 10 y los 25 años este ratio se reduce al 12% y vuelve a elevarse ligeramente, hasta el 14%, entre aquellas con más de 25 años de antigüedad.

El análisis agregado de las cuentas oficiales presentadas por las editoriales muestra la realidad de un sector capaz de manifestar una profunda resiliencia ante los profundos cambios en su operativa que ha traído el siglo XXI, como la aparición del libro electrónico o el impacto de la impresión bajo demanda. En este contexto, muchas han construido su valor añadido especializándose en nichos de mercado específicos. Esto explica la distribución por tamaños empresariales, que muestra la profunda atomización de un sector donde la presencia de grandes y medianas empresas es testimonial: un relevante 78% son microempresas, un porcentaje que asciende al 95% si añadimos también a las pequeñas.

El sector editorial, el más fiable a la hora de realizar pagos