Después de un año marcado por las noticias falsas (fake news) y su impacto en la política, una carrera desigual de las principales redes sociales y una libertad de expresión a internet en entredicho, el profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC Ferran Lalueza hace un pronóstico de la evolución de todos estos aspectos en orden al 2019.
¿Cuáles serán las principales tendencias en las redes? ¿Habrá alguna plataforma emergente que pasará a ocupar el top 5? ¿Las informaciones falsas continuarán impactando? Cómo se podrán combatir? ¿Se extremarán los límites de la libertad de expresión a la red? Estas cuestiones son las que Lalueza pose en el centro de su análisis.
Este experto en comunicación ya pronosticó a principio del 2018 que Facebook a medio plazo perdería el liderazgo. Y ha estado así: esta red se ha visto salpicadura por varios escándalos que le han hecho perder reputación y credibilidad. «La confianza de esta red cada vez está más cuestionada», apunta este experto. Su liderazgo está en riesgo y, aunque no peligre para el año próximo, es muy posible que sea sustituido de la primera posición en tres o cuatro años.
«Instagram, durante el 2019, se acercará seguramente a las cifras de Facebook, aprovechando que forman parte del mismo grupo», explica Lalueza. Es una plataforma que se puede beneficiar de la «musculatura financiera» del gigante y que se sabe adaptar con más facilidad a las necesidades y demandas de sus usuarios. «Muy pronto será una amenaza dentro del mismo grupo de Facebook y se puede hablar incluso de canibalización», comenta este profesor.
Twitter, en cambio, es lo «tercero en discordia». «A pesar de que se han hecho algunas adaptaciones e innovaciones muy significativas, la sombra de Facebook todavía es muy alargada y, por lo tanto, le cuesta encontrar el modelo de negocio y de viabilidad económica», remarca. Y, como red emergente, con un potencial muy fuerte para acabar siendo una de las top 5, Lalueza destaca la plataforma TikTok.
Para Lalueza las noticias falsas continuarán afectando las esferas política, social y cultural, entre otras. «El impacto en la política, pero, es y será seguramente el próximo año lo más visible porque es el que puede pasar factura a los ciudadanos a la hora de votar, e incluso obtener resultados en contra de los propios intereses». La única manera efectiva de combatir la desinformación es probablemente atacante, no el núcleo de donde salen estas noticias falsas sino el que permite darles la máxima expansión.
«Hoy en día la viralización orgánica prácticamente no existe o es muy residual», apunta este profesor. Por lo tanto, donde hay que posar el foco es en aperos como los bots o en las cuentas falsas que pueden dar una proyección y una dimensión que de una manera natural estas fake news no tendrían. «Aquí hay la clave para combatir este fenómeno y no en el hecho de cuestionar el rigor o la exactitud de informaciones concretas», añade
